Nuevos territorios…
Dirigido a un mercado «más joven». Mercedes explora nuevos territorios comerciales con el lanzamiento de la renovada Clase A. Más apetecible para un «accionariado» más joven, con mecánicas de última hornada y un diseño radicalmente distinto.
Rebajar la media… de edad. Una de las obsesiones de la estrella plateada en los últimos tiempos y que Mercedes traduce en la propuesta de una sugestiva Clase A: frescura de diseño, versiones con carácter deportivo e innovaciones tecnológicas de última hornada.
Con estos mimbres, la nueva Clase A se lanza al mercado español con la sana intención de avisar a sus dos principales enemigos naturales, el A3 de Audi y el Serie 1 de BMW, de que, en 4,29 metros de longitud y el récord aerodinámico de su categoría (Cx de 0,27), se esconde algo más que un mero escalón de acceso a los catálogos de la marca,
Sólo disponible en carrocería de cinco puertas, el Clase A, que comenzará a desembarcar en los concesionarios a finales de septiembre, los trazos exteriores evidencian un drástico cambio estilístico, tan próximo al prototipo concept que se diría un calco: líneas nítidas y superficies tersas (como lo define el fabricante) acaban por configurar un envoltorio en cuyo interior se advierten también unos tratamientos mucho más deportivos que los mostrados en la anterior generación.
Llamativos cromados -sustituyen a la «elegante» madera-, instrumentación tan clara como modernista, generosa pantalla multifunción anclada en el salpicadero -fija, no escamoteable- que, además, se maneja mediante un mando giratorio situado en la consola central resultan ser elementos que aportan un evidente «rejuvenecimiento» al interiorismo del modelo.
Los 341 litros de capacidad del maletero no pueden calificarse de panorámicos, sobre todo si los comparamos con los de sus rivales, pero resultan suficientes.
En el capítulo motorístico, la nueva generación Mercedes A recibe un cumplido abanico de mecánicas avanzadas, tetracilíndricas, todas ellas, con inyección directa y turbocompresor, tanto en gasolina como en diésel, y también con sistema «Start&Stop» de arranque/parada automática en detenciones prolongadas.
Según las previsiones de la marca, una de las versiones que más aceptación comercial podría tener es el turbodiésel pucelano (fabricado por Renault, con «puesta a punto específica» de Mercedes) 1.5 CDI de 109 CV, que homologa 3,8 litros de consumo medio y se une a la caja de cambios manual de 6 marchas; mientras el 1.8 de gasolina (A250 BE) puede solidarizarse con el cambio 7G-DCT de doble embrague.
El capítulo diésel se redondea con la versión A200 CDI (136 CV), aunque a finales de año también llegará una versión A220 CDI de 170 CV.
En el apartado de gasolina, los A180 y A200 cubican 1.6 litros y desarrollan potencias de 122 y 156 CV con, lo mejor, una espectacular entrega de par: 20,4 y 25,5 metros/kilo respectivamente desde sólo 1.250 vueltas. En el tope de la nueva Clase A, Mercedes posiciona la versión A250, de 2.0 litros y 211 CV, exclusivamente unido al cambio 7G-DCT, con levas en el volante y tres modos de uso: Económico, Deportivo y Manual.
También el chasis tiene diferentes tipos de suspensión: Normal, Deportiva y la tercera firmada por el preparador de culto AMG que se destina a la terminación Sport.
La dirección tiene asistencia eléctrica y, en las versiones de carácter más deportivo, cuenta con desmultiplicación variable.
Por lo demás, esta nueva generación de la Clase A se declina en cuatro acabados: Style, Urban, Sport y AMG Sport, con un completo equipamiento general que, entre otros elementos destacables, comporta faros bixenón, detector de fatiga del conductor o la alerta de colisión; además de potenciar los elementos de conectividad, siempre muy apreciados por los usuarios jóvenes.
La tarifa general de gama oscila entre 25.500 y 37.891 euros.