Diario de León

El «carruaje» de Mercedes

Sugestivo en lo estético, familiar en lo capaz. ¿Reinvención de los familiares? Quizá no tanto, sí hacerlos más atractivos y modernamente acordes con los tiempos. Mercedes da una vuelta estética a la carrocería familiar en clave CLS, convirtiéndola en una exclusivista realización. Su tarifa arranca en 67.750 euros.

Mercedes riza el rizo del CLS con la nueva carrocería familiar Shooting Brake.

Mercedes riza el rizo del CLS con la nueva carrocería familiar Shooting Brake.

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Inspiración náutica, innovación creativa. Tan sorprendente en sus proporciones como en su dominación (Shooting Brake, en referencia al término inglés de romper «to break» la resistencia de los caballos bravíos y «to brake» frenar sus movimientos compulsivos), este innovador familiar derivado del CLS, otro concepto —coupé cuatro puertas— con el que Mercedes también asombraría al mundo en 2004 y posteriormente adoptado por otros constructores, hasta convertir al CLS «original» en auténtico inventor de segmento... otro tanto podría suceder con este Shooting Brake que bebe en esas mismas fuentes conceptuales: dinamizar, por estética, las —otrora— insulsas rancheras; muy capaces, eso sí, pero escasamente atractivas la mayoría de las veces. Un concepto, eso también, que ha venido cambiando radicalmente en los últimos tiempos.

Sea como fuere, el caso es que la estrella plateada se plantea ahora un nuevo reto que, a poco que se lo «proponga», seguro que también rompera moldes.

Si diferir prácticamente nada del CLS actualmente en catálogo, el Shooting Brake mantiene dimensiones, motores y comportamiento dinámico de su alter ego; incluso la misma caída de techo hacia la zaga… sólo que esta adopta ahora un generoso portón de acceso a un no menos panorámico maletero: 600 litros de capacidad (casi 70 más que en el CLS), cuyo suelo -inspirado en los yates de lujo- está realizado en madera de cerezo —ojito con los rayones, eso sí—, bajo cuya estructura existe un hueco para alojar la rueda de repuesto convencional, aunque en el mercado español sólo se dispondrá de rueda de emergencia, la siempre denostada galleta.

Tan valiente como apasionada, la apuesta de Mercedes esgrime como principales argumentos la posibilidad de compatibilizar —y disfrutar— lo mejor de un estilo coupé con un portón trasero de cierre eléctrico y de cinco plazas que, como en el CLS, tampoco las traseras se ven excesivamente penalizadas por la descendente línea de techo, menos marcada que en el cuatro puertas.

Hasta el pilar central todo en el Shooting Brake es idéntico al CLS y, como fácilmente puede suponer, dónde las cosas cambian es a partir de ese punto de la carrocería sin, también lógicamente, que el equipamiento y terminaciones interiores desmerezcan un ápice de las de las ya conocidas en el CLS.

También en el capítulo motorístico el Shooting Brake pone bien alto el listón: mecánicas V6 y V8, con el poderoso biturbo firmado por el preparador de culto AMG (525 CV y hasta 557 CV con la opción «Pack Edition 1», 7.200 euros suplementarios) coronando las propuestas de gasolina.

En diésel, el escalonamiento comienza con el tetracilíndrico 250 CDI (204 CV y 5,3 litros de consumo medio) y se remata con el V6 350 CDI (265 CV y 6,0 litros de media).

Todos los motores cuentan con sistema «Strat&Stop», de arranque/parada automático del motor en detenciones prolongadas, y vienen asociados al cambio automático secuencial de siete marchas 7G-Tronic Plus, incluso está disponible la tracción total 4Matic para las versiones 350 CDI y 500.

También la dotación de seguridad es de lo más completa: faros dinámicos con tecnología led y cinco funciones de alumbrado, detector de cambio de carril y aviso de «ángulo muerto», detector de fatiga del conductor, control de activo de velocidad y frenado automático «Pre Safe» en caso de peligro inminente de colisión, así como sistema de visión nocturna y estacionamiento automático, por citar las aplicaciones más significativas.

En suma, que Mercedes vuelve a romper marcar caminos con una propuesta de lo más «rompedora» en el ámbito de los familiares «de diseño», cuya tarifa oscila entre 67.750 y 137.500 euros.

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