Diario de León

Deportivo para la vida diaria

El primer capítulo se escribió en 1997. Diseño imponente, equipamiento exclusivo y grandes posibilidades de individualización. El nuevo Ibiza Cupra destila toda la esencia deportiva de la marca. Se lanzará en febrero.

Publicado por
javier fernández
León

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Esencia deportiva. La arquitectura compacta del Ibiza, uno de los imprescindibles abanderados en los catálogos de Seat, se revela como una excelente base, no sólo para la cotidianeidad de uso, también para transformarla en sugestivas versiones de excelente capacidad prestacional.

La historia que Seat comenzó a escribir allá por 1997, conmemorativa de su primera victoria en el Mundial de Rallyes categoría 2 litros, se declina ahora en una nueva versión Cupra del Ibiza, nacida al calor de la también nueva generación del polivalente lanzada a principios del presente año, y con la que el fabricante continúa apostando por una imagen deportiva, sin excesivas «radicalidades» y con una mecánica tan sugerente como apta para la utilización diaria: 180 CV exclusivamente vestidos con carrocería de 3 puertas y unidos al también célebre cambio automático secuencial DSG de 7 marchas.

Con estos mimbres, el concurso del diferencial autoblocante electrónico XDS y un potente sistema de frenos, el conocido 1.4 litros TSI (turboalimentado y con inyección directa de gasolina) hace gala de unas contundentes cartas de presentación: 6,9 segundos en aceleración de cero a cien, 228 por hora de velocidad punta y 5,9 litros de consumo medio por cada centenar de kilómetros.

Un chasis revisado al alza -por optimización de comportamiento dinámico- y con una rebajada altura libre al suelo acaba por propiciar un ambiente racing de lo más sugestivo.

Para que nada falte, puede «optarse» opcionalmente -valga la redundancia- por unos frenos AP Racing Performance, como excelente alternativa a los de serie.

Tampoco ha descuidado Seat una puesta en escena a tenor con lo que dinámicamente propone este nuevo Ibiza Cupra: parrilla frontal con una generosa boca de refrigeración, faros bixenón con tecnología led y, sobre todo, las llantas de 17 pulgadas y las pinzas de freno pintadas en rojo acaban por muscular la estética de un Ibiza que, en la zaga, potencia también su imagen con pilotos led y un enorme difusor en el que se aloja la salida trapezoidal del escape, que termina por enfatizar el carácter exclusivista, y deportivo, de la versión Cupra… como habitualmente.

Eso, por no hablar de un interior presidido por unos asientos marcadamente anatómicos, un volante de tres radios achatado en su polo inferior y el «Seat Portable System» para el control de todas las funciones del coche, perfectamente integrado el sistema electrónico del vehículo -incluso extraíble-, con pantalla de cinco pulgadas y una larga lista de funciones entre las que incluyen el navegador, telefonía manos libres con activación de voz y ordenador de a bordo, amén de varias opciones de personalización y hasta una útil función de cuaderno de notas.

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