de la pista a la calle
Inspirado en el modelo con el que se corre el ‘Trofeo Maserati’. Con cuatro plazas en lugar de dos, discos de freno carbocerámicos, cambio robotizado MC y motor V8 de 460 CV. El «Tridente» GranTurismo salta a la calle desde las pistas del certamen monomarca.
Expresión deportiva. Cuando todos los focos se dirigen hacia la nueva gama del Quattroporte, Maserati renueva sus deportivos de lujo, sobre los que el «Tridente» ha sentado las bases de su crecimiento en los próximos años.
Una coherencia filosófica traducida ahora en el nuevo GranTurismo MC Stradale de cuatro plazas, máxima expresión de la deportividad unida al lujo del coupé made in Modena.
De hecho, si el nuevo Quattroporte se convierte en el primer Maserati construido en la nueva factoría turinesa Avv. Giovanni Agnelli de Grugliasco, el MC Stradale se producirá en la histórica fábrica de Viale Ciro Menotti, en el santuario modenense; más evocación… ¡imposible!.
Como su antecesor de dos plazas, el nuevo cuatro plazas MC Stradale resulta ser el sucesor, por línea directa, del coche de carreras que se utiliza en el Trofeo, conjugando también a la perfección -¡sólo faltaba!- la deportividad con el lujo y la elegancia, la funcionalidad y el dinamismo.
Así, la renovada estética exterior, con evidentes connotaciones racing, viene subrayada por el nuevo capó realizado en fibra de carbono, que enmarca una generosa toma de aire central -barrada, claro- y dos extractores zagueros; así como las llantas de aleación de 20 pulgadas, calzadas con neumáticos PZero Corsa (255/35 delante y 295/35 detrás).
Por cierto, que este nuevo capó de carbono no sólo garantiza una gran carga aerodinámica a alta velocidad y una mejor refrigeración, también ha permitido conservar prácticamente la misma romana de la anterior versión biplaza: 1.770 kilos, con lo que el nuevo MC Stradale se convierte en el más ligero -y veloz- de la gama GranTurismo
Bajo el capó… otra joya del Tridente: el V8 atmosférico de 4,7 litros y 460 CV, que ya se ha utilizado en el GranTurismo Sport, y que se une aquí al cambio robotizado MC Race Shift de 6 velocidades con esquema transaxle; es decir, colocado dentro de la propia carcasa del diferencial autoblocante con lo que, entre otras cosas, propicia un excelente reparto de peso entre ambos ejes: 48/52 delantero/trasero, con la consiguiente mejora del comportamiento dinámico de un coche cómodo, fácil de conducir y que permite cambiar de marchas en apenas 60 milisegundos… cinco veces más rápido que un parpadeo.
También es posible elegir entre tres modos de utilización: Automático, Sport y Race; cada uno de los cuales mejora progresivamente la respuesta del acelerador, el sonido -musicalidad… por descontado- del escape y los sistemas de control de derrapadas.
La guinda: puro «ADN de carreras» plasmado en un cambio de marchas escalado; basta con mantener presionadas las levas del volante mientras se acciona el pedal del freno para que el coche «suba» progresivamente de marchas hasta que se suelten de nuevo las levas.
Eso, por no hablar de los sobredimensionados discos de freno carbocerámicos en las cuatro ruedas, otra perla entre los sistemas aplicados a la producción en serie.
Consecuencia: el MC Stradale clava el crono en 4,5 segundos de cero a cien y alcanza una punta de 303 por hora. ¡Forza Modena!