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Sofisticación...

Estrena «piloto automático» para los atascos. Mercedes propone una de las limusinas más modernas y sofisticadas que puedan encontrarse en el panorama automovilístico mundial. El nuevo Clase S no sólo rompe moldes tecnológicos, también abre una «nueva era».

Publicado por
javier fernández
León

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«Lo mejor o nada». No le duelen prendas a los responsables de la estrella plateada a la hora de vender su renovada —renovadísima— Clase S, cuya propuesta eleva tanto el listón, como que se convierte en el escaparate tecnológico de la vanguardia automovilística.

El nuevo Clase S, que comenzará a venderse en julio con una tarifa (estimada) en torno a los 90.000 euros, como cantidad de arranque, y que se llevará la palma en un segmento tan exclusivista -y enjundioso- como el de los altos -altísimos- de gama.

Pocas veces Mercedes ha presumido tanto —y tan bien— de unas implantaciones tecnológicas de las que, dicho sea de paso, la mayoría de fabricantes han venido apropiándose sistemáticamente —por «adaptación práctica»— en sus gamas más o menos populares.

Al nuevo Clase S, primer coche del mundo «sin bombillas» (toda la iluminación es de led, 500 diodos luminosos en total, incluso para el maletero), no le falta nada... de nada: dos radares, de corto y largo alcance, además de una cámara doble con visión en tres dimensiones, se encargan de gestionar el entorno frontal y lateral del coche; de forma que, merced a esta suerte de ojos electrónicos, el nuevo buque insignia de la Mercedes-Benz ofrece multitud de funciones de ayuda a la conducción que culminan en un auténtico piloto automático para las caravanas en autopista, en cuyo caso —paradas y arranques a baja velocidad— el coche se encargará de todo (aceleraciones, frenadas, cambios de marcha, distancia de seguridad, control de la dirección para mantener el carril…) mediante un sistema de funciona hasta 30 por hora de velocidad, de forma que el conductor sólo tendrá que ocuparse de sujetar el volante; los radares y las cámaras harán el resto… incluso analizarán el estado del firme (25 metros antes de llegar a un bache el coche ya sabe cómo será, y se preparará para absorberlo sin que los ocupantes lo noten).

En caso de peligro y por encima de 60 Km/h., el velocímetro del cuadro de instrumentos se cambia por un visor nocturno, en el que podrán reconocerse animales -incluso de noche-; también el Clase S puede frenar de forma autónoma —hasta 72 Km/h.— y hasta evitar atropellos o impactos por alcance con otros vehículos hasta 50 por hora de velocidad.

En su condición de limusina de representación, el fabricante ofrece el paquete opcional «Chauffeur package», especialmente para quienes viajen con chofer: la plaza trasera derecha ofrece entonces 7,7 centímetros suplementarios de longitud para las piernas, merced al mayor desplazamiento longitudinal del asiento delantero y, en la carrocería de batalla larga, esta opción se complementa con un reposapiés extensible y regulable en altura.

La nueva Clase S contará inicialmente con tres mecánicas: V8 Biturbo (gasolina) S500 de 4,7 litros y 455 CV (8.6 litros de consumo medio y 4,8 segundos de cero a cien), el V6 S400 Hybrid (gasolina-eléctrico) de 3.5 litros y 306 CV (6,3 litros de media y 6,8 segundos de cero a cien) y el S350 Bluetec V6 (turbodiésel) de 3.0 litros y 258 CV (5,0 litros de consumo medio y 6,8 segundos en aceleración de cero a cien).