Diario de León

90 Años de un símbolo...

La denominación más deportiva de Alfa Romeo. El legendario símbolo del Trébol de Cuatro Hojas cumple nueve décadas en los catálogos de Alfa Romeo. Es el símbolo que ha venido identificando las versiones más potentes y deportivas del fabricante italiano.

Foto de familia de versiones «Quadrifoglio Verde» firmadas por Alfa Romeo.

Foto de familia de versiones «Quadrifoglio Verde» firmadas por Alfa Romeo.

Publicado por
Javier Fernández
León

Creado:

Actualizado:

La leyenda de un símbolo. Puede que sus orígenes se pierdan en la noche de los tiempos o en la correspondencia con la bandera que, en la Gran Guerra (1914-1918), distinguía a los aviones de la «X Escuadrilla de Bombarderos Caproni».

En la actualidad, el Quadrifoglio forma parte del emblema de la aeronáutica italiana y simboliza también la filosofía más deportiva de Alfa Romeo, cuyo primer modelo que luciría el Quadrifoglio Verde sería el «RL» de Ugo Sivocci, ganador de la XIV edición de la «Targa Florio» en 1923. Desde entonces, todos los Alfa de competición se han venido identificando con este mundialmente conocido amuleto, el mismo que a partir de los años sesenta identificaría -por sus prestaciones- algunos de los Alfa de producción en serie.

El símbolo ha regresado con el Giulietta y el MiTo, los nuevos modelos que se han recogido el testigo de la más pura tradición en los catálogos del Biscione y que continúa con el reciente MiTo SBK Limited Edition 1.4 de 170 CV.

En su trayectoria histórica, además de aquella inicial aparición en la Targa Florio, el «Quadriflogio Verde» resaltaría sobre el fondo rojo oscuro del monoplaza «P2» de Bralli Peri cuando, en 1925, se alzaría ganador en Monza del primer «Campeonato Mundial de Carreras de Automóviles», antecesor del actual Mundial de F1 que comenzó, tal como hoy lo conocemos, en 1950.

A finales de los años 20, volverá a ser el «quadrifoglio» el que distinga en las carreras a los Alfa Romeo oficiales de fábrica de los encuadrados en la Scuderia Ferrari que, a instancias del fundador del equipo Enzo Ferrari, lucían el Cavallino Rampante que también ha acabado por convertirse en toda una iconográfica representación dentro del automovilismo mundial.

Precisamente en 1950 y 1951, en los inicios de «actual» Campeonato del Mundo de Fórmula 1, Giuseppe «Nino» Farina y Juan Manuel Fangio «El Chueco de Balcarce», inaugurarían el cuadro de honor a bordo de los célebres Alfetta 158 y 159.

En la no menos mágica década de los sesenta, las «preparaciones especiales» Giulia y TI Super seguirían adornándose con el Quadrifoglio, para acompañar posteriormente al triángulo azul de «Autodelta» (otro de los famosos equipos «competición-cliente» de Alfa): del GTA al 33, hasta los dos títulos mundiales en la categoría de Turismos del 33 TT 12 (1975) y del 33 SC 12 (1977).

Una actividad deportiva que tendría continuidad a principios de los 80, con el regreso de Alfa a la F1 y con la repetición de los éxitos en las carreras de Turismos (GTV 6 2,5 litros), hasta el sonado triunfo en el DTM (el mundial «oficioso» alemán de turismos) con el 155 V6 TI en 1993, amén de una larga serie de victorias del 156 Superturismo (1998-2004).

Eso, por no hablar de los Alfa de estricta serie que han lucido —y lucen— el símbolo del Quadrifoglio Verde... Giulia TI Super, Giulia Sprint GT Veloce, 1750 GT Veloce -que en realidad es dorado-, Alfasud Sprint y otros que lo han llevado en su denominación oficial, como los Alfasud TI, el 75, el 33, el Spider 2.0 y las berlinas 164 y 145, hasta llegar a los actuales Glulietta y MiTo.

tracking