SKODA OCTAVIA RS
La rebelión...
El «apellido» RS proporciona una nueva dimensión al modelo. La referencia de catálogo (Octavia) y el tope de gama en Skoda (RS), se unen ahora en una realización de altas prestaciones, gasolina y diésel, cuya tarifa arranca en 30.080 euros.
Deportividad. La combinación de funcionalidad y prestacionalidad la declina Skoda en una drástica versión del Octavia que, bajo el apellido RS —en su tercera entrega—, hace gala de unas envidiables cartas de presentación: estética, motores y comportamiento dinámico.
Con estos mimbres, derivados en carrocería Berlina y Combi (familiar), el nuevo Octavia RS adopta evidentes cambios estéticos que lo diferencia poderosamente de sus demás hermanos de gama: parrilla frontal específica, como también lo son los faros bi-xenón, los paragolpes, el faldón delantero, la doble salida de escape zaguera encuadrando un llamativo difusor situado en la base del parachoques, las llantas de aleación (18 o 19 pulgadas, según versiones) que esconden unas sobredimensionadas pinzas de freno pintadas en rojo y un discreto —aunque no por ello menos efectivo— spoiler trasero... aplicaciones que acaban por personalizar, y muscular, la imagen del Octavia.
En el interior, cambia la instrumentación y la tapicería de los asientos de marcado diseño anatómico que, como fácilmente puede suponerse, sujetan mejor el cuerpo que los asientos «normales» de sus demás hermanos de gama.
La segunda gran modificación hay que buscarla bajo el capó delantero: dos mecánicas tetracilíndricas -gasolina y diésel-, turboalimentadas y con inyección directa, que cubican dos litros de cilindrada y rinden 220 CV (TSI) y 184 CV (TDI); ambas montan sistema «Start&Stop» de arranque/parada automática en detenciones prolongadas, también frenada regenerativa —para aliviar los consumos—, y se unen al cambio manual de 6 velocidades o al automático secuencial DSG también de 6 marchas (tracción delantera).
Así, nuestros protagonistas pueden presumir de conformarse con sólo 6,8 segundos para acelerar de cero a cien y de marcar 248 por hora de punta en el caso de la motorización de gasolina (8,1 de cero a cien y 232 por hora de punta para el gasóleo) con, eso también, unos consumos medios que tampoco asustan: 6,2 (142 g/km de CO2) y 4,6 (119 g/km de CO2) litros respectivamente, por cada centenar de kilómetros, para el 2.0 TSI y el 2.0 TDI... todo un lujo habida cuenta las prestaciones de ambas mecánicas.
El chasis RS rebaja una docena de milímetros la altura libre al suelo respecto a los Octavia «normales» —incluso un milímetro más recortado en el Combi—, con lo que, además del dinamismo, también se evidencia un innegable aspecto visual de lo más racing.
Y no sólo el aspecto, porque también se optimiza la eficacia dinámica merced al diferencial autoblocante electrónico XDS y a la dirección de asistencia progresiva.
En el primer caso, se trata de la tercera generación XDS que actúa sobre el eje delantero, solidariamente con el control electrónico de estabilidad, asegurando una distribución ideal de la potencia entre las cuatro ruedas y, a la vez, gestionando la frenada de las ruedas interiores en curva. Consecuencia: reducción del subviraje (deslizamiento del tren delantero) inherente a los «todo delante» (tracción y motor delanteros) potenciados.
Y en el segundo, el de la dirección «progresiva», mejora la manejabilidad, con movimientos de giro mucho más cortos y progresivos lo que facilita el guiado en carreteras reviradas.
La tarifa del Skoda Octavia RS oscila entre 30.080 y 32.260 euros; 800 euros suplementarios en el caso de la carrocería familiar Combi.