NIRO
Atrevimiento estético de Kia
Divertido y arriesgado... no sólo para «pisar barro». Concepto urbano, musculado y «desafiante». Kia desvela su idea de cómo podría ser el futuro urbanita compacto con aspiraciones de SUV. Motor turbodiésel y propulsión híbrida eléctrica.
Una caja... de reloj. Contraste de materiales y estética impactante para un estilizado atrevimiento, en clave de concept, y que podría romper moldes en el segmento de los urbanitas compactos… trufados en SUV.
Kia, su responsable de diseño, no se para en barras a la hora de calificar al prototipo Niro como una sólida inspiración estilística en la caja de un reloj de titanio que, a la vez, muestra también unas formas ágiles, que sugieren protección y fortaleza.
Con estos mimbres, y algunos más que el fabricante se guarda para sus adentros... —¿llegará a la cadena de montaje?, cabe preguntarse—... el Niro se desvela como una mezcla de materiales que contrastan entre sí: carrocería robusta dentro de unas dimensiones compactas.
Este prototipo, dibujado por Gregory Guillome en las instalaciones germanas de Kia, es el fruto del fabricante coreano por buscar nuevas opciones de coche compacto para una clientela que considera fundamental el tamaño del coche sin perder el encanto de ciertas soluciones generalmente vedadas a los coches pequeños: puertas con apertura basculante (mariposa diedro)... —aunque no es «fácil» que esta aplicación vea la luz en el modelo de serie—...
En cualquier caso, el Niro parece traer al segmento B una imagen casi opuesta al 4x4; se diría para batallar en ciudad, de forma que su sorprenden aspecto exterior bitono (techo satinado en acero inoxidable) mide 4,18 metros de largo; 1,85 de ancho y 1,55 de alto, cotas que acaban por definirlo como un puro urbanita.
Lo que tampoco le impide superar los dos metros y medio de batalla (2,59 entre ejes) y marcar una pisada de 1,63 metros de vías.
La forma de la parrilla frontal con disposición asimétrica de las tomas de ventilación, la ya conocida «nariz de tigre», los ganchos de remolque delantero y trasero, la salida de aire situada sobre el capó y algunos otros elementos vienen resaltados en aluminio anodizado.
Por no hablar de los retrovisores fresados de «Plexiglás», con cámaras de visión trasera y directamente montados sobre las ventanillas laterales.
En la zaga, además de las mencionadas cámaras, el portón guarda un secreto: parte de los grupos ópticos, que basculan hacia arriba como un elemento esencial de la arquitectura del propio portón y para iluminar el interior del maletero.
Los asientos delanteros están moldeados en una sola pieza, apoyados sobre la consola central y tapizados en un tejido acolchado que les confieren un aspecto de lo más vanguardista. Además, adoptan respaldos tipo concha, que se pliegan para permitir el acceso a otros dos asientos traseros (de uso ocasional) divididos 50/50.
El salpicadero tapizado en piel y la instrumentación a juego con los mandos y otros elementos de aluminio, acaban por dar un aspecto confortable y de calidad al habitáculo del Niro que, en el capítulo mecánico, viene animado por una variante del motor «Gamma» turboalimentado, que cubica 1.6 litros y rinde 160 CV.