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Más posibilidades...

Con un descuento «panorámico»… como sus posibilidades interiores.

El Carens brilla por la relación calidad/precio.

Publicado por
Javier Fernández
León

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Familiar… sin concesiones. Espacio a la carta, con infinidad de huecos para todo tipo de objetos en el interior de un habitáculo tan confortable como capaz: entre 555 y 750 litros «de maletero» con, además, la posibilidad de estibar hasta 2,7 metros de largo si se abate el asiento delantero derecho.

Con estos mimbres, Kia ha puesto manos a la obra en la puesta al día de su monovolumen de bandera: el Carens, que se reinventa con aspiraciones de plantarle cara a algunos de sus más enjundiosos enemigos naturales (C-Max de Ford o Grand Scénic de Renault… por poner sólo un par de ejemplos).

El caso es que, el Carens mejora significativa su imagen merced a unas proporcionas más «proporcionadas» —valga la redundancia—, se diría en clave de turismo, lo que se traduce en el recorte de un par de centímetros de longitud, vías más anchas (10 centímetros suplementarios) y más bajo (4 centímetros), con lo que la longitud total queda ahora en 4,53 metros y en 1,61 la altura.

Consecuencia: unos trazos más perfilados y modernos, acordes con lo que hoy se estila en el segmento de militancia.

También el interior ha recibido modificaciones, con la adopción de unos asientos más confortables y mejor realizados, un actualizado diseño del salpicadero —también mejor instrumentación— y la aplicación de cuero sintético en el panelado de las puertas.

Sus cinco plazas «de serie», pueden ampliarse a siete merced a la opción (700 euros, de serie en el acabado «Emotion») de sendos asientos enmascarados bajo el piso del maletero.

En cuanto a la oferta motorística, la elección más lógica y, por ende, recomendable, hay que buscarla en el turbodiesel tetracilíndrico de rampa común que rinde 136 CV y entrega 33,7 metros/kilo de par entre 1.750 y 2.500 vueltas, unido a la caja de cambios manual de 6 marchas (tracción delantera) que no tiene mayores problemas para mover la casi tonelada y media de romana (150 kilos menos que su antecesor) con, sobre todo, una de sus mejores cartas de presentación en unos recortados consumos cuya media se sitúa en los 5,1 litros por cada centenar de kilómetros.

La dirección de asistencia eléctrica «Flex Steer» cuenta con tres gradaciones: «Comfort», «Normal» y «Sport». La suspensión es independiente en el tren delantero y de eje torsional en el trasero y los frenos son de disco en ambos trenes (ventilados los delanteros).

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