Rebelde… con causa
Funcional, espacioso y con dos «vestidos». Skoda propone un «dos en uno» con la nueva gama del Yeti. Una carrocería de inspiración 4x4 y otra más urbana para quienes no pretendan aventurarse «tanto» fuera del asfalto. Las tarifas oscilan entre 20.600 y 34.490 euros.
Las versiones de tracción 4x4 permiten rodar con garantías fura del asfalto.
Convincente… lavado de cara. Desde aquel ya lejano 2009, en el que Skoda se lanzaba al emergente segmento de los SUV compactos, el Yeti ha superado las 281.000 matriculaciones, lo que ya nos da una clara idea de la aceptación de un modelo que, con 4,22 metros de largo (algo más corto que el VW Golf, tres centímetros menos), ofrece un alto grado de funcionalidad: 405 litros de capacidad del maletero, ampliables a 1.580 si se abate la banqueta trasera y hasta los 1.760 litros si se extraen las tres banquetas posteriores.
Eso, por no hablar de la infinidad de huecos portaobjetos repartidos a lo largo -y ancho- del habitáculo, incluso papeleras en el panelado de las puertas y hasta de la posibilidad la segunda fila de asientos con sólo dos plazas, más centradas, eso sí.
Ahora, el Yeti va un paso más allá: rediseñado capó, parrilla y faros delanteros, los antiniebla son ahora rectangulares y la nueva colocación del logo de la marca lo hace más visible; mientras las ópticas traseras son de nueva factura y las llantas de nuevo diseño.
El fabricante checo ofrece la posibilidad de distinguir, al primer golpe de vista, la versión Outdoor del Yeti «urbano»: las inevitables protecciones laterales y parachoques delantero y trasero con salvaguarda inferior para cuando se circula off road; lo que no trae aparejada la circulación de este maquillaje a motores o tipos de tracción distintos que los vinculados a los demás modelos de la gama, es decir, que puede solicitarse cun Yeti Outdoor con tracción delantera o total.
El amplio abanico mecánico se desglosa en tres variantes de tetracilíndrico de gasolina TSI: 105, 122 y 160 CV; además de otros cuatro gasóleos TDI: 105, 110, 140 y 170 CV; unidos a cajas de cambio manuales de 5 y 6 velocidades o a los DSG -automático secuencial- de 6 o 7 marchas.
Es verdad que ya conocíamos éste abanico motorístico, sólo que ahora se incrementan infinitesimalmente las combinaciones de motor/cambio/tracción.
También adopta novedades el sistema de tracción total Haldex, ahora de quinta generación que, además de ligero, se muestra ágil en lo dinámico, al que se une el bloque electrónico del diferencial (EDL), el control de descenso y la ayuda al arranque en pendiente; sistemas, todos ellos, que funcionan cuando el conductor pulsa la tecla «offroad», situada en la parte baja de la consola central.
Skoda ha dotado de nuevos equipamientos al renovado Yeti: cámara de visión trasera, arranque sin llave («Kessy»), asistente de estacionamiento semiautomático, que necesita una veintena de centímetros menos que en la anterior versión para buscar «hueco».
Y la guinda ecológica: la versión Yeti 1.6 TDI (105 CV) GreenLine, homologa unos contenidos 4,6 litros de consumo medio por cada centenar de kilómetros, gracias a diversas aplicaciones técnicas como el «Start&Stop» (arranque/parada automática del motor en detenciones prolongadas), un régimen inferior de ralentí, recuperación de energía en frenadas, neumáticos de baja resistencia a la rodadura y un chasis rebajado en 25 milímetros, que se traduce en una mejorada aerodinámica que deja el Cx en 0,35.
En suma, que sin ser hacer gala de una estética «pija», éste hombre de las nieves (Yeti) ofrece gran practicidad y unas excelentes condiciones dinámicas fuera del asfalto.