DUNA
El Beetle... se «reinventa»
Volkswagen vuelve a vestir de «off-road» al Escarabajo. De momento en clave «conceptual», podría pasar a la serie si cuenta con la aceptación del público. Sugestiva estética y detalles deportivos para volver sobre la «alfombra roja». Esta vez… en el Salón de Detroit.
De nuevo... en la duna. Catorce años después de la primera versión New Beetle Dune (Salón de Los Ángeles), Volkswagen vuelve a rescatar del baúl (Salón de Detroit) la indumentaria campera en la icónica representación de uno de los modelos más longevos, en tiempo y emociones, que hayan salido nunca de los tableros de dibujo —y la imaginación— de Wolfsburg.
Si —en palabras de sus creadores— aquel «otro» Dune se acercaba más a la ensoñación que a la realidad, ahora sucede justamente lo contrario: el Dune «del 14» del XXI... muy bien podría saltar a la cadena de montaje, casi tal cual.
Con una docena de milímetros más largo, 48 más ancho y 50 más alto que el Beetle «normal», éste renovado Dune juega su mejor baza -para «conseguir» pasar a la serie- en la adopción de uno de los grupos motopropulsores más de moda en los catálogos del Grupo VW: el gasolina tetracilíndrido turboalimentado de inyección directa 2.0 TSI de 210 CV unido al, no menos célebre, cambio automático secuencial DSG de 6 o marchas, combinación que propicia unas prestaciones nada desdeñables: 7,5 segundos para acelerar de cero a cien y 227 por hora de punta.
Tracción delantera y bloqueo electrónico en el diferencial XDS.
Así que, huyendo de fruslerías, el fabricante ha optado por una mecánica tan «convencional» como «suficientemente probada»; ni siquiera el riesgo comercial (¿) que podría suponer unos consumos no precisamente contenidos (10,2 litros en ciudad y 8,1 en carretera) desaniman a Volkswagen porque -a nadie se le oculta- el Beetle Dune es... otra cosa: un fenómeno de «ensoñación» mundial, del coupé al convertible y hasta con un —en éste caso— robusto aspecto off-road capaz de gustar a todo el mundo; del invernal Detroit al soleado San Francisco o el venerado Boston; igual que en Europa o las metrópolis asiáticas; incluso en las grandes urbes del Hemisferio Sur... Sydney o Ciudad del Cabo.
A imagen y semejanza del legendario Escabajo o los Porsche refrigerados por aire, el Beetle Dune propone una carrocería rediseñada, asentada sobre llantas de 19 pulgadas y, lo mejor, una imagen de todoterreno como «aquellos» buggies de Volkswagen que, en el pasado, conquistaron playas y dunas.
Agresivas nervaduras y salidas de aire en el capó, parachoques de nueva factura, una deportiva parrilla enmarcada en aluminio, además de los faros antiniebla con tecnología led integrados en una sugestiva estructura semicircular, acaban por configurar una sorprendente estética exterior que, en el interior, se combina con ciertas delikatessen como las inserciones a juego con el color de la carrocería, el inclinómetro digital y hasta un asidero específico situado en el salpicadero, justo delante de la posición del pasajero.
En suma, un prototipo capaz de trasladrse con facilidad a la producción en serie… si el público lo demandare.