Deportivo de acceso

De nuevo… «pares». Lo de la Bayerische con los «pares» vuelve a convertirse, un puñado de décadas después de aquel inolvidable modelo 2002 TI, en seña de identidad en los catálogos de la compañía.

Seis motores, vestidos con una carrocería más larga, más ancha y con mayor batalla que la de su antecesor Seie 1 Coupé, el nuevo Coupé de la Serie 2 sigue conservando la arquitectura tres cuerpos —maletero separado— que lo convierte en toda una exclusividad en el segmento de militancia sin olvidar —¡sólo faltaba!— otra de sus inexcusable característica dinámica: la propulsión trasera -motor longitudinal, por descontado- que, como fácilmente puede suponerse, trae aparejado un evidente divertimento al volante.

En cuanto al aspecto físico, devenido también en optimización dinámica, la altura libre al suelo se rebaja en una decena de milímetros, a la vez que las llantas de 17 pulgadas acaba por maquillar, más si cabe, una sugestiva estética que, en las versiones «M» se acentúa aún más por su acabado deportivo.

Con un diseño típico de BMW, el interior hace gala de una buena distribución, a la vez que se ganan unos centímetros en el capítulo de habitabilidad. Mientras la capacidad del maletero, con 390 litros «de base», se sitúa entre las mejores en el segmento de militancia con, además, la posibilidad de abatir por partes (40/20/40) los asientos traseros, habida cuenta que la practicidad nunca estuvo reñida con la deportividad en los planteamientos del fabricante.

Eso, por no hablar del equipamiento de seguridad que incluye airbag frontales, laterales y de cabeza, además de un capó delantero con sistema de retracción automático para la protección de los peatones en caso de atropello.

La gama motorística del nuevo Serie 2 Coupé la conforman los gasolina 220i, 228i y M235i, complementados con los gasóleos 218d (puede acogerse al Plan PIVE), 220d y 225d.

Si la elección más «lógica» cabría apuntársela al 220i, que homologa 6,1 litros de consumo medio por cada centenar de kilómetros, los 326 CV del «M» (6 cilindros, inyección directa y turbo) se presumen como la más sugestiva, habida cuenta su entrega de 45,9 metros/kilo de par desde sólo 1.300 vueltas y -eso también- por la posibilidad opcional de unirlo al cambio automático ZF de 8 velocidades lo que, si se tiene en cuenta una también contenida romana (1.980 kilos) da como resultado unas no menos contundentes cartas de presentación: 4,8 segundos en el sprint de cero a cien, 250 por hora de autolimitada punta y, lo mejor, unos 7,6 litros d consumo medio, que tampoco rompen con norma alguna si se tienen en cuenta las posibilidades prestacionales.

Con un reparto de peso mitad/mitad (50/50) sobre caja eje, el Serie 2 Coupé hace gala de una excelente conformación, que lo llevará a convertirse en un digno sucesor, no sólo de la anterior Serie 1, sino también, ya se ha dicho, de aquellos míticos 2002 TI que hicieron furor a mediados de los sesenta y hasta bien entrados los setenta, marcando toda una época en las propuestas de la Bayerische Motores Berke, convertidos hoy ya en codiciadas piezas de colección.