R... como radical
El modelo de serie más rápido, y potente,. jamás fabricado por la marca . Peugeot lanza un órdago al segmento de los deportivos, con la versión más «drástica» en sus catálogos. La «firma» de Peugeot Sport acelera en menos de 6 segundos de cero a cien, rinde 270 CV y cuesta 39.900 euros.
Las garras... del león. Aderezado con el apellido R, el sugestivo coupé RZC adquiere una nueva dimensión... de conducir a pilotar.
Los setenta caballos suplementarios del «R» respecto a la versión «normal» del RZC trae aparejados tantos cambios, y tantas sensaciones, como que los contenidos 1.6 litros de cilindrada que cubica el tetracilíndrico turbocomprimido y con inyección directa de gasolina (cambio manual de 6 marchas, tracción delantera y autoblocante), son capaces de convertirse en todo un motor de carreras: 270 CV de potencia y 33,7 metros/kilo de par desde sólo 1.500 vueltas y hasta las 5.500, propician unas escandalosas prestaciones: 5,9 segundos en el sprint de cero a cien, 250 por hora de autolimitada punta y 6,3 litros de consumo medio por cada centenar de kilómetros (nada escandalosos habida cuenta las posibilidades dinámicas).
Se trata, como el lector ya habrá adivinado, de la técnica «downsizing» que, además de gestionar adecuadamente el motor, optimiza lo mejor posible la aerodinámica y el aligeramiento en la romana del coche (1.280 kilos en el caso de nuestro protagonista).
Una tendencia, ésta del «downsizing» que se impone, no sólo en los coches de serie, también en el deporte automovilístico donde las más importantes disciplinas, incluida la Fórmula 1, utilizan motores de cilindrada «contenida», a la vez que se «contienen» también las emisiones y los consumos.
Así, el trabajo realizado por los ingenieros de Peugeot Sport en el capítulo aerodinámico se ha traducido en un significativo apoyo trasero —15 daN—, merced al nuevo alerón zaguero que favorece la estabilidad a altas velocidades, sin degradar la resistencia al avance.
Eso, por no hablar del desarrollo específico al que los técnicos han sometido a buen número de piezas del RZC R, lo que ha acabado por propiciar una ganancia de 17 kilos en relación un RCZ de 200 CV; consecuencia: cada caballo del R apenas tiene que mover 4,7 kilos.
El caso es que, con sus arcos sobre las cabezas de sus dos ocupantes pintados en negro mate —un tono de lo más racing— y unos faros delanteros con máscara oscura «Titanio», el RCZ R pone de manifiesto sus atributos deportivos, equiparables —también en lo estético— a su eficacia mecánica, aunque con un refinado tratamiento.
Y para que nada falte... llantas bitono diamantado/negro mate de 19 pulgadas, una distancia libre al suelo rebajada en 10 milímetros que le confiere al modelo una silueta «pegada» al asfalto; carácter reforzado con la rúbrica de Peugeot Sport en los umbrales de las puertas, en los asientos anatómicos pespunteados en rojo; pespuntes que también se adoptan en el salpicadero, consola central y en el volante de tres radios achatado en su polo inferior; sin olvidar el conjunto de pedales en aluminio autodeslizante.
En fin... ¡para disfrutar... pilotando!