Diario de León

Auténticos... «Cuatro Aros»

El «abuelo» de los Fórmula 1 actuales vuelve a la pista . En 1936, Bernd Rosemeyer lanzaba a la gloria al Type C. En 2014, Jacky Ickx, otro «mago» en la historia del automovilismo mundial, revive la magia de Auto Union sobre el trazado de Mónaco.

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Cita histórica, iconografía mundial. Los «Peces de Plata» (por su estética fusiforme, «tal» que un pez) en franca confrontación con las «Flechas de Plata»: Auto Union versus Mercedes Benz, lanzaban sobre el tapete uno de los más sugestivos órdagos que se viviesen en la convulsa Europa de entre guerras... mundiales.

Como tantas veces: duelos trasladados al deporte… aunque fuese entre «aliados» (o «quizá» por ello) alemanes («fagocitándose» en su equipo) e italianos se enfrascaban sobre las pistas de la época. Arrancaba la leyenda, y la leyenda… devenía en mito.

Considerados como auténticos precursores de los actuales monoplazas de Grand Prix, los resultados de Auto Union (madre de la actual Audi, junto con DKW, Wanderer y Horch) fueron tan extraordinarios que acabaron dominando la escena automovilística de los años treinta... en compañía de Mercedes.

Nacida en 1932 como respuesta a la crisis económica alemana de la época (ya ven... nada nuevo bajo el sol...) la fusión de las cuatro citadas compañías automovilísticas (sólo Audi se mantiene, Auto Union desaparecería con la II Guerra Mundial) y la entrada en vigor de la «Fórmula Internacional 750 kilos», además del diseño firmado por el ingeniero Ferdinand Porsche, se tradujo en unos originales monoplazas con el motor en posición central-longitudinal por delante del eje trasero; toda una revolución en la época... que, casi tres décadas después, adoptarían todos los F 1 «modernos».

En 1935, aquel referente Type C, con motor 16V de 4.3 litros y 295 CV (280 por hora de punta), daría a Hans Stuck (padre, claro, del Hans que conocerían las generaciones de los 70/80) la victoria en los G. P. de Alemania y Suiza, además de dominar las carreras de montaña, muy en boga en la época.

Un año después, la de 1936 se convertiría en «la temporada» de los «Peces de Plata» frente a las «Flechas idem» de Mercedes. El monoplaza respondía al mismo esquema básico... «sólo» que el 16 cilindros en V subía hasta 520 CV (hubo una versión intermedia de 340 CV) y su punta hasta los 340 por hora. Bernd Rosemeyer se imponía en los G. P. de Alemania, Suiza e Italia; es decir, tres de los cinco Grand Prix disputados aquel año, además de las carreras de Pescara, Eifel, Donington y la Copa Roosvelt (su compañero Varzi lo hacía en Trípoli) y todas las carreras de montaña.

Sería «la temporada» del Type C... como la de 1937 lo sería de Mercedes. Pero esa es otra historia; lo que «nos compete» ahora, es la resurrección del Auto Union Type C en el G. P. de Mónaco Histórico, con otra leyenda al volante: el belga Jacky Ickx, una docena de temporadas en F 1 y dos veces Campeón del Mundo, además de firmar media docena de victorias en las 24 Horas de Le Mans.

Por si faltaba algo en la magia de la mitología, un Type D (1939, doble turbo, 485 CV y 330 Km/h.), pilotado por Ulrich Hackenberg (responsable de Desarrollo Técnico en Audi) compartió parrilla con el monstruo.

¡Larga vida a la magia... y sus leyendas!

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