mini superleggera
Belleza atemporal...
Mezcla de tradición y modernidad. . Exclusiva interpretación de biplaza descapotable. En primicia mundial para el «Concorso d´Eleganza Villa d´Este», el famoso carrocero milanés Touring Superleggera se «alía» con Mini en la realización de un preciosista prototipo en clave minimalista.
Reducción a lo esencial. El Mini Supeleggera MT Vision combina las formas de un clásico roadster —minimalista biplaza descapotable— con la modernidad de un motor eléctrico: combinación del moderno diseño británico con el «sabor» italiano en interpretación contemporánea.
Aún más, el Mini Superleggera acaba por perpetuar lo que el Classic Mini comenzase hace 55 años: reducción a lo esencial, con lo que su diseño enérgico y minimalista personifica la esencia dinámica de un automóvil creando, al mismo tiempo, una belleza emotiva y única en la combinación de pasado y presente (sic, Anders Warming, director de Mini Desing).
Capó alargado, generosa batalla y recortados voladizos, con las ruedas ubicadas en el extremo de la carrocería —como en todos los Mini— prometenmáxima agilidad dinámica, como en cualquier deportivo que se precie; por no hablar de un habitáculo ligeramente echado hacía atrás, con lo que se destaca, más si cabe, la «impresión» dinámica del coche.
Por aquello de no olvidar detalle... también el frontal del Superleggera Vision adopta los tradiciones iconos del diseño Mini: sendos faros circulares y una parrilla hexagonal en la interpretación contemporánea de los elementos que han acabado por crear «escuela estética» desde hace décadas.
Los sobredimensionados pasos de rueda, además de las clásicas bandas Mini en el capó, ahora con trazos tridimensionales y toques de aluminio pulido, nos llevan de nuevo a los clásicos roadster británicos de antaño.
Aunque, eso también, la parrilla cerrada ya nos pone en antecedentes de la presencia del motor eléctrico bajo el capó delantero.
Las superficies unidas y sin rupturas, en la vista lateral del Superleggera, evidencian la típica firma del carrocero Touring en su clásico simbolismo estético y en vibrante movimiento desde las ruedas delanteras a la zaga del vehículo, lo que -definitivamente- viene a reflejar la filosofía artesanal con la que siempre ha trabajado el célebre escultor automovilístico, pionero desde 1926 en diseño avanzado: el modelado a mano de grandes planchas de aluminio, con una proporcionalidad prácticamente imposible de conseguir a máquina.
Eso, y la exclusivista aleta posterior que define -y personaliza- una zaga que, lejos de añadir un toque de extravagancia, acaba por rendir culto a los más famosos biplazas deportivos de los años cincuenta.
Así que, sacrificando todo equipamiento y decoración superflua, la ligereza es aquí la reina de un diseño de toque italiano... en clave británica.