BMW Serie 4 Coupé. Pasional...

Una nueva era... La que propone la Bayerische Motoren Werke con el preciosista Coupé de la Serie 4, sucesor por línea directa de los anteriores Serie 3 —lógico...— y, sobre todo, de aquellos icónicos Serie 6 y 8 que marcaron pautas -y resultados deportivos firmados por Motorsport- hace ya algunas décadas, siempre en el recuerdo de los incondicionales... y de quienes comenzaron a serlo a partir «de ahí».

Visiblemente más largo (4,63 metros) y con mayor batalla (2,81 entre ejes) que su antecesor de la Serie 3, el nuevo 4 Coupé hace gala de un estilismo tan depurado como preciosista que, dicho sea de paso, rinde también culto a la regla de oro de cualquiera Coupé que se precie: morro «así de largo» y cola truncada aunque, también eso, perfilada&rematada por un discreto&discretísimo alerón integrado en la tapa de un maletero que ofrece 445 litros de capacidad, con la practicidad añadida que permite un respaldo trasero abatible por partes (40/20/40) con lo que, y una vez, los teutones vienen a demostrar que la deportividad no está «tan reñida» con la practicidad: las cuatro plazas (panorámicas las delanteras... ¡como debe ser en un coupe!) cumplen perfectamente con su cometido, máxime cuando, ya se sabe, más de dos… son «multitud» en un Coupé, por mucho que los ingenieros germanos tampoco se hayan olvidado de la «familiaridad» de uno o dos «chavalitos», incluso de sendos «adultos» si la ocasión lo requiriera... o requiriese; aunque para «ello»... ya están las berlinas y hasta los Station Wagon; de lo que aquí se trata, es de disfrutar... «si te gusta conducir».

Expresividad estética y rebajado centro de gravedad.

Con estos mimbres, y alguno más, la sugestiva propuesta nos la declina BMW en unas sensaciones dinámicas tan tecnológicamente aderezadas, como que nuestro protagonista (435i de 306 CV, nuestra unidad de pruebas) presenta unas cartas de idem tan contundentes, cuando no insultantes, como esos 5,4 segundos para sprintar de cero a cien (poco más de 24 para cubrir el kilómetro «desde parado»), los autolimitados 250 por hora de punta, y que hasta se conforma con no superar los 8 litros (7,9 homologados) de consumo medio por cada centenar de kilómetros (185 g/km de CO2).

¿Quieren más? Pues ahí va...

Perfecto reparto de masas, «50/50», lo que redunda en un, —también— excelente comportamiento rutero emanado —entre otras cosas— por la utilización de materiales ligeros en la carrocería y estructura general del coche, con lo que se ha conseguido una significativa reducción de la romana en el Serie 4 Coupé respecto a su antecesor de la Serie 3 y, lo mejor, con un también significativo aumento de la rigidez en la zona frontal y en chasis de «tacto» mucho más deportivo (muelles, amortiguadores...), sin olvidar un centro de gravedad más bajo.

Consecuencia: diversión asegurada.

Eso, sin olvidar que BMW ha echado el resto en lo que concierne al equipamiento y a las ayudas electrónicas a la conducción: navegador «Professional» (superficie táctil y pantalla de color con alta resolución), el opcional sistema de información sobre el tráfico en tiempo real o el innovador sistema que advierte al conductor si existe riesgo de atropello, merced a una cámara instalada en el retrovisor interior cubriendo el espacio existente delante del coche y, a la vez, detectando y procesando las imágenes de todas las personas y coches de nuestro entorno.

Por no hablar del amplio paquete de posibilidades de personalización en la combinación de colores exteriores e interiores, además de las líneas «Sport», «Modern» y «Luxury», que se diferencian de la versión de estricta serie por la forma y color de la doble parrilla ovoide, las entradas de aire, las carcasas de los retrovisores, los faldones frontal y zaguero, en los umbrales de las puertas y en la gama de llantas.

Además del «histórico» kit deportivo «M», que incluye profusión de elementos aerodinámicos para la carrocería, llantas de aleación de 18 y 19 pulgadas (opcional éstas últimas) y un interior personalizado en el que se respira un evidente ambiente racing.

En suma, que la Bayerische lanza un órdago, y no pequeño, al segmento de los «compactos» con el nuevo Coupé de la Serie 4.