Tracción total y diseño «Off-road»

«On-road»&»Off-road»... La unión la declina Volkswagen en la combinación familiar Variant y SUV todocamino en el catálogo del icónico Golf, «superventas» europeo desde hace décadas.

Volkswagen echa mano de la arquitectura familiar Variant para la realización de un nuevo Alltrack que, en buena medida, sigue la estela de aquel pionero Passat Alltrack de 2012 —que también seguirá en el nuevo Passat de 2015— y que venía a ocupar el vacío entre el «asfalto y la tierra». Ahora, con el Golf, el fabricante germano transfiere esta filosofía a otro segmento, uno de los más batalladores del panorama europeo y que, también en buena medida, se une por vía directa a sus primos-hermanos Seat León X-Perience y Skoda Octavia Scout.

El Golf Alltrack se beneficia, como equipamiento de serie en toda su gama, del sistema de tracción total 4Motion, que utiliza la quinta generación del embrague Haldex, capaz de transferir hasta el cien por cien del par de tracción al eje posterior en caso de pérdida de adherencia del tren delantero; incluso, en una suerte de «anticipación», este avanzado sistema Haldex se activa antes de que se produzca el deslizamiento, de forma que puede descartarse —prácticamente— cualquier pérdida de tracción.

El par de centímetros suplementarios de altura libre al suelo, le permiten al nuevo Golf Alltrack la conducción fuera del asfalto sin, lógicamente, que estemos ante un todoterreno puro y duro, aunque sí que nos permitirá aventurarnos en terrenos medianamente complicados. Con sólo pulsar un botón se activan diversas funciones «Off-road»: modo «cuesta abajo» (frena automáticamente el coche), el asistente al arranque en rampa, un específico «tacto» del pedal de acelerador y la configuración «fuera de asfalto» del antibloqueo de frenos ABS que, optimizando la frenada, forma pequeñas «cuñas» de gravilla delante de las ruedas.

El bloqueo electrónico del diferencial EDS en las cuatro ruedas, integrado en el control de estabilidad ESC, actúa sobre ambos ejes en función de los bloqueos transversales.

Y, como redondeo a la tracción 4x4, también el Golf Alltrack monta el XDS en los dos ejes, que mejora el comportamiento dinámico en conducción deportiva, ayudando a la rueda del interior de la curva, frenándola y restableciendo la tracción.

Desde el lanzamiento del Golf Alltrack, la próxima primavera, la gama dispondrá de una versión de gasolina, el 1.8 TSI (turbo e inyección directa) que rinde 180 CV unido al cambio automático secuencial DSG de 6 marchas (6,8 litros de consumo medio). Y tres turbodiésel de rampa común: el 1.6 TDI de 110 CV (12,2 segundos de cero a cien y 4,7 litros de consumo medio), el 2.0 TDI de 150 CV (8,9 segundos y 4,9 litros de media) y el 2.0 TDI de 184 CV (7,8 segundos y 5,1 litros) esta última versión exclusivamente unida al cambio DSG.

También como fácilmente puede suponerse, el Golf Alltrack, su carrocería Variant, no renuncia a ninguno de los habituales maquillajes todocamino: marcados pasos de rueda en negro, como los bajos de caja y las terminaciones inferiores delantera y trasera, combinadas con sendas protecciones metálicas en estribos y paragolpes, llantas de 17 pulgadas (específicas para este modelo) y barras de techo plateadas... todo «muy SUV».

El volante de cuero, como el pomo de la palanca de cambios, una tapicería específica «Alltrack» y perfiles cromados en la consola central y en el panelado de las puertas, conforman un interior bien acabado y con el emblema «4Motion»… para que nadie olvide las posibilidades dinámicas del modelo.