El «Chevron». A la moda y... a La Poste
«Habillée… par Hermés», «Lettre Prioritaire». Carlos Tavares (Consejero Delegado PSA Peugeot-Citroën) “Estamos abiertos a nuevos socios, nunca antes de completar nuestra reestructuración”. Del «atelier» al franqueo de la escritura a mano. De los talleres de alta costura a las oficinas de correos. De la línea de montaje al escaparate del concesionario y de ahí… al corazón de los incondicionales. El «Chevron» vive en la historia del automóvil… y en el ánimo de los diseñadores.
A la moda… Puede —seguro— que el C1 —urbanita él—, el C4 Cactus —vuelve la revolución — o los C4 Picasso y Grand Picasso —grandotes ellos— representen —que representan— los actuales catálogos de Citroën.
¿Y el 2CV? ¿Y el Traction Pato ? ¿Y el DS Tiburón ? ¿Y el SM? ¿Y el Méhari? ¿Y el CX?... También —o más— representan la innovadora impronta del pionero André... Citroën.
Miren por donde, resulta que el fabricante galo ha desempolvado , lo hizo en el Salón de París de este año, algunas de sus más preciadas joyas vestidas , en este caso, por algunas de las más prestigiosas firmas del diseño mundial y que, por ende, han acabado por escribir —como las franqueadas misivas— la historia de la marca y en las que —ya se ha dicho— el mundo de la alta costura ha tenido un especial protagonismo.
El 2CV, uno de los grandes hitos populares en la trayectoria productiva de Citroën, lo vistió Hermés en 2008, de costuras y pespuntes, hasta entonces sólo visto en modelos altos —altísimos— de gama; pintado, también para ocasión, de un apetitoso marrón chocolate «au lait» a juego —¿por qué no?— con la lona blanca de la capota y la «negritud» de aquellos —entonces— estrechos neumáticos.
Y de ahí… a La Poste ; como el DS Tiburón , tan mágico en la iconografía del Chevron como —ya entonces— sus haces luminosos capaces de «seguir la carretera» a golpe de volante; redescubiertos hoy en buen número de modelos actuales; «sólo» que, entonces, a golpe de sistema exclusivamente mecánico; sin electrónicas sofisticadas, ni sensores detectores de no se sabe bien qué artilugios del XXI.
Eso, por no hablar del innovador por excelencia, aquel Pato que «arrinconó», en los catálogos del Chevron , la propulsión trasera a favor de una tracción delantera que hoy —ahí sí que sí— ha tomado carta de naturaleza en la inmensa mayoría de propuestas automovilísticas.
Miren por donde… si el fundador André confió, hace ya ocho décadas, en el escultor Flaminio Bertoni para el cincelado del Traction y en el ingeniero aeronáutico André Lefebvre para revolucionar la técnica; otros escultores (Hermés, Dolce&Gabanna...), a caballo entre dos siglos, han dejado también su «sello»... como La Poste .