Diario de León

Stirling Moss (piloto de Mercedes en los años 50) “... ese rechoncho y modesto argentino se había ganado mi afecto y mi corazón...”

Tras la huella del «El Chueco»...

Las «Flechas de Plata» vuelven a brillar hoy… con Lewis Hamilton . En el ciento veinte aniversario de Mercedes en las carreras, en el centenario de la primera victoria de la «Estrella Plateada» como marca… doblete: título mundial de Pilotos y de Constructores. Uno de los (posiblemente) menos carismáticos pilotos que forman en la parrilla mundialista ha seguido, en la historia… la huella del «Hombre de La Pampa».

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Mitológica... leyenda. En los «10», en los «30», en los «50» y ahora, en los «2.0»... las «Flechas de Plata» continúan marcando pautas y rompiendo barreras que, como la del sonido , han venido «cruzando» a lo largo y ancho de ésta recién abrochada temporada: 148 G. P. disputados, 33 victorias (11 en 2014), 38 «pole», 20 vueltas rápidas, 70 podios, 1.486 puntos y dos títulos mundiales... en el haber de un británico: Lewis Hamilton (Tewin, 1985), desde que debutase (G. P. de Australia, 2007) en la máxima especialidad del automovilismo deportivo.

Once de septiembre de 1955, Monza. Juan Manuel Fangio, «El Chueco de Balcarce», ya campeón del mundo y ganador entonces de innumerables carreras, cruza bajo la ajedrezada en el Gran Premio de Italia, al volante del carenado Mercedes W196 (8 cilindros, inyección directa) haciendo doblete con su compañero Piero Taruffi.

Semanas después, el 16 de octubre, en plenos montes sicilianos del sinuoso trazado de «La Madonie», los ingleses Stirling Moss y Peter Collins imponen sendos Mercedes 300 SLR en la Targa Florio.

En el cenit de su carrera deportiva, aquella sería la última aparición pública de la Daimler-Benz... como equipo oficial.

Han tenido que pasar —casi— sesenta años, un montón de carreras y otras tantas aventuras mundialistas, para que la «Estrella Plateada» haya vuelto a brillar… en la noche de Abu Dabi; que hoy las cosas han cambiado tanto, como para crear una marina en pleno desierto y para que los monoplazas de la F1 —impensable en la época del Chueco —... corran bajo las estrellas.

Seis décadas después, y un montón de carreras más tarde, la estrella de La Pampa «puede» haber vuelto a estar presente en el ánimo de los aficionados. «Aquel» atípico ídolo nacional en su época (el 75% del mérito es del coche, el 15% de los mecánicos y el resto... del piloto, sostenía Fangio) «puede» haber vuelto a «reverdecer laureles» en la intrahistoria de la mágica estrella. La que, además de Juan Manuel, tuvo al volante de sus míticas «Flechas de Plata» , los inolvidables W196 monoplazas-carenados, escuderos de la talla de Moss, Kling, Herrmann y Tarufi; bien orgulloso debe sentirse Lewis —el británico Hamilton—... de la herencia recibida.

Juan Manuel Fangio, «El Chueco de Balcarce», para muchos... el piloto más grande de todos los tiempos y eso, es tanto como decir «uno» de los más grandes en la historia de las carreras. ¡Loor y gloria... a los mágicos campeones!

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