Ferrari 275 GTB Competizione. Vincitrice…
Le Mans… en la intrahistoria de Il Cavallino. Undécima unidad «Competizione» de la docena producida en los talleres de Maranello en 1966, exclusivamente destinada para correr (y ganar su categoría) en «la carrera de las carreras»… 24 Horas de Le Mans. Escrupulosamente fiel a los planteamientos «de fábrica»: chasis aligerado y motor «subido» hasta 300 CV.
La Sarthe… en la consagración. Arranca el 2015 con celebraciones —una en particular— para Il Cavallino .
Presentada como «la carrera del siglo» , aquellas 24 Heures de 1967 pasarían —han pasado— a la historia como el épico duelo Ferrari-Ford; cuando Henry le echaba un pulso económico a Enzo… y el Commendatore resistía impertérrito en la trinchera de la emoción por el trabajo bien hecho, realizado desde el corazón de Maranello, a caballo entre Módena y los mágicos talleres que han dado al mundo algunas de las mejores joyas que las carreras hayan conocido nunca.
Nueve Ferrari en la salida, tres en la llegada… la alargada sombra del 330 P4, considerado por muchos como el más bello biplaza Sport-Prototipo de todos los tiempos y, en categoría GT, aquella preciosista berlinetta 275 GTB Competizione (nº 28, chasis 09079) inscrita bajo los colores de la célebre «Scuderia Filipinetti» , con Steinemann y Spoerry al volante, que firmarían la undécima plaza general —¡también es coincidencia!— y la primera en Gran Turismo (4.281 kilómetros recorridos a una media de 178,375 Km/h.) tras tenérselas con una pléyade de Corvette y Porsche.
¡También es coincidencia!... «Aquel undécimo» , en orden de producción y bajo la ajedrezada en La Sarthe, representaba —lo sigue haciendo en la memoria— el empeño «semi-oficial», nunca eclipsado por los «mayores» P4 y MKII (vulgo… Ford GT40), de un suizo, Georges Filipinetti (1907-1973), fundador del más importante equipo privado continental de los años sesenta, que firmase alguna de las más brillantes páginas deportivas junto con otros inolvidables en la filosofía «competición—cliente» : NART (North American Racing Team) y «Maranello Concessionaries»… ¡qué tiempos!
Un suizo «haciendo cumbre» … cuando, a raíz del trágico accidente de Le Mans 1955, el proverbial cinismo helvético prohibiría las carreras de coches en su territorio; lo que tampoco impediría albergar allí alguno de los más apasionados representantes del automovilismo deportivo… ¡cómo es la vitta !
Hoy, casi medio siglo más tarde y tantas victorias después, cuando corren vientos de renovación en Maranello, y se alzan voces para que Ferrari vuelva a rodar —oficialmente— sobre el mítico trazado de La Sarthe, la raya blanca adornando el rosso corsa , la berlinetta 275 GTB Competizione… ¡Vincitrice!