Quince años de OPC. Los deportivos de Opel
«Opel Performance Center», apellido prestacional. El Astra OPC (160 CV) marcó el comienzo de una era. El Zafira OPC se convirtió en el monovolumen compacto más rápido del mundo, y el Astra con diferencial autoblocante y el Insignia con tracción total se erigieron como buques insignia de la «marca» OPC.
La huella de Nürburgring… Se cumplen tres lustros de la llegaba al mercado del pionero entre los OPC firmados por Opel. Desde entonces, el fabricante germano —la rama europea de GM— ha combinado su experiencia en competición con el desarrollo de coches de altas prestaciones para la calle, garantizando así una transferencia regular entre el mundillo de las carreras y la producción en serie.
«La potencia debe ser visible»… así de contundente se muestra Mark Adams, vicepresidente de Diseño de Opel, a la hora de poner sobre el tapete unos diseños de lo más «atléticos» : paragolpes esculpidos, estribos laterales, aerodinámico spoiler de techo y la no menos esculpida doble salida de escape trapezoidal, acaban por personalizar drásticamente las realizaciones firmadas por OPC para —sostiene Adams— «expresar, en cada detalle, las prestaciones del vehículo».
Cuando, en 1998, el Astra G reemplazó al Astra F, el aumento de calidad y eficacia dinámica, no dejaba olvidar una «pérdida» para la leyenda de competición con Opel y confundidor de OPC, Volver Strycek: «El coche estaba muy lejos de ser adecuado para competición. Como no había planes para producir una versión GSi, no se había tenido en cuenta dotarle de un potente motor y su correspondiente chasis. Así que, nos sentamos y, en menos de un año, ya habíamos desarrollado y probado nuestro primer modelo, el Astra OPC 1».
Desde entonces, numerosos modelos OPC se han incorporado a los catálogos de la marca, tras establecer, en muchos casos, su vuelta rápida en el selectivo «Infierno Verde» de Nürburgring.
Actualmente, el máximo exponente deportivo de oPC es el Insignia de 325 CV, aunque el Astra con 280 CV le vaya pisando los talones , por sus dimensiones más compactas y una puesta a punto más radical, con lo que el Astra OPC es, al menos, tan rápido —y deportivo— como su hermano mayor.
¿Y la huella de Nürburgring?
En 2005, la segunda generación del Astra OPC marcó nuevo récord en su clase: 8 minutos, 35 segundos y 94 centésimas. Al año siguiente, el Zafira OPC estableciía una nueva marca (imbatible aún) para monovolúmenes compactos: 8 minutos, 54 segundos y 38 centésimas. Y, en el caso del Corsa OPC (2007), una unidad totalmente de serie completó la vuelta en sólo 8 minutos, 47 segundos y 99 centésimas.
Además de los intentos récord, todos los modelos OPC «sufren» los rigurosos ensayos de resistencia en el «Infierno Verde» , unánimemente considerada como la pista de carreras más exigente del mundo; con lo que el Nordschleife ha acabado por convertirse en territorio habitual de Opel, cuyos modelos se han sometido a duras pruebas en ese escenario desde los años 60, manteniendo un acuerdo cooperativo con la empresa responsable del circuito y, desde 2006, contando además con su propio centro de pruebas en las inmediaciones del célebre trazado.
Y si «el nombre es el destino», Opel ha producido hasta la fecha dos series especiales bautizadas Nürburgring: el Astra OPC en 2008 y el Corsa OPC en 2011. El Astra Nürburgring (exclusivamente para el mercado alemán) con idénticas prestaciones y un maquillaje más deportivo que el Astra OPC «normal» ; mientras la versión «Nürburgring Edition» del Corsa rendía 18 caballos suplementarios, con lo que se alcanzaban los 210 CV, además de adoptar diferencial delantero autoblocante que propiciaba un comportamiento más radical y deportivo que el Corsa OPC «normal» .
Desde el verano de 2012, el Astra OPC se ha convertido el modelo compacto de mayores prestaciones que, animado por un motor turbo de 2.0 litros y 280 CV, acelera de cero a cien en 6 segundos «justos» y «marca» 250 por hora de punta; monta suspensión delantera «HiPerStruts» (torretas específicas), diferencial autoblocante mecánico delantero y frenos Brembo.
Por su parte, el Insignia se convierte en la «idem—tidad» de los catálogos OPC: motor 2.8 litros V6 turbo de 325 CV y tracción a las cuatro ruedas, que le permiten sprintar de cero a cien en 6,0 segundos (6,3 para el familiar Sports Tourer) y alcanzar una autolimitada punta de 250 por hora; aunque la versión deslimitada , con cambio manual, puede alcanzar los 270 por hora de punta (265 para el Sports Tourer).
En palabras de Kart—Thomas Neumann, presidente de Opel Group, «nuestros OPC representan una impresionante deportividad… pura pasión».