Renault. De Captur… a Kadjar
Cinco puertas, cinco plazas . y tracción delantera o total. A medio camino entre el Captur y el Espace, el fabricante del rombo lanza un —¿hipotético?— órdago a los SUV compactos, uno de los escalones comercialmente más activos del mercado. Llegará en verano, con una tarifa aún por definir.
En verano… ¡adiós, Koleos! Con un apellido tan genuinamente palentino como su ADN pucelano —Kad… ¿qué?—, el rombo agranda el Captur hasta convertirlo en el Kad… —«ese» —, con el que Renault pretende plantar cara a lo más granado entre los SUV compactos (Qashqai de Nissan, Tiguan de Volkswagen, Sportage de Kia, Kuga de Ford, iX35 de Hyundai…) cambiando radicalmente la estrategia que el fabricante venía manteniendo con el coreano Koleos, que abandonará (bastante antes del verano, éste mismo mes de febrero) los catálogos españoles de la marca.
El nuevo SUV, producido en Palencia y también en China a partir de 2016, con prácticamente cuatro metros y medio de largo (4,45), cinco puertas, cinco plazas y la posibilidad de elegir entre la habitual tracción delantera y la total a las cuatro ruedas, comparte elementos mecánicos, y plataforma CMF C7D, con su primo-hermano Qashqai (la «Alianza»… ya saben), se presume como un modelo vehículo familiar y aptitudes medianamente todocamino (modos «Auto», «Lock» y «2WD») que le permitirán aventurarse en terrenos que se les atragantan a los modelos de tracción delantera por mucho que, en este caso, pueda también adoptar el sistema «Extended Grip», solidario con neumáticos M+S, para optimizar las posibilidades de la tracción delantera en terrenos especialmente resbaladizos.
Con estos mimbres —y algunos otros aún por desvelar—, además de las generosas llantas de 19 pulgadas y otros no menos generosos 19 centímetros de altura libre al suelo, nuestro protagonista hace gala de un diseño más alejado del urbanismo y, por ende, más próximo al de los crossover/todoterreno: «musculadas» pinceladas exteriores y un interior en el que predominan las líneas horizontales en un salpicadero presidido por una pantalla «R-Link 2» (herencia del nuevo Espace) con reconocimiento de voz para el navegador, teléfono y radio; incluso el cuadro de instrumentos adopta una pantalla multifunción de 7 pulgadas; en tanto que el maletero ofrece unos, más que aprovechables, 472 litros en una plataforma de carga totalmente plana. El asiento trasero puede abatirse fácilmente desde la pantalla «R-Link 2» y también existe la posibilidad de dividir la zona de carga en dos o tres compartimentos… a voluntad del consumidor.
El capítulo mecánico, todavía sin confirmación oficial, contará con el gasolina TCe de 130 CV y tres versiones del turbodiésel dCi (110, 130 y 150 CV… posiblemente subido, éste último, a 173 CV). Mecánicas que, combinadas con los tradicionales cambios manuales convivirán, según versiones, con el automático EDC de doble embrague.