Luz guiada. Seguimiento ocular de Opel
Los movimientos del ojo controlan la dirección del haz luminoso. La tercera generación del sistema de iluminación adaptativa para automóviles, avanza el desarrollo de la tecnología de seguimiento ocular. Dos años lleva Opel investigando, en colaboración con la Universidad Técnica de Darmstadt, innovadoras tecnologías de iluminación.
Ojo… al haz. «Hemos estado alrededor de dos años persiguiendo este concepto para controlar la dirección e intensidad de la luz, basado en el lugar al que mira el conductor»; afirma Ingolf Schneider, director de Tecnología de Iluminación en Opel.
A diferencia de los complejos sistemas de seguimiento ocular que requieren entre cinco y diez cámaras, el propósito de los ingenieros de Opel era desarrollar un sistema sencillo y adecuado para utilizarlo en un vehículo de serie.
Así que, los ingenieros de Opel, utilizaron una simple webcam que, enfocada a la cabeza del conductor, escanea puntos importantes —ojos o nariz— para la detección de movimientos y, de esta forma, la propia línea de visión del conductor.
Consecuencia: el sistema «traducía» la información recogida en comandos de datos, «enviándola» a unos controles electrónicos que alineaban automáticamente los faros del vehículo; un cálculo que, en los primeros ensayos, se mostraba lento, como también lo era la grabación de la cámara web para cumplir con las exigencias del tránsito rodado.
Era imprescindible optimizar el funcionamiento de la cámara y, paralelamente, la adaptación del algoritmo de seguimiento ocular.
La adopción de fotodiodos y sensores infrarrojos periféricos en la cámara, permitieron escanear los ojos del conductor… más de 50 veces por segundo en el atardecer y la noche. Una mayor —mucho mayor— rapidez de transmisión de datos a los faros, harían el resto en ajuste horizontal y vertical.
Sólo quedaba un pequeño problema por resolver: en la práctica, los ojos del conductor saltan, natural e inconscientemente, de un punto focal a otro; así que, si los faros siguiesen éste movimiento de forma precisa, el haz luminoso del coche… sería errático; situación inaceptable para el propio conductor y los demás usuarios de la carretera.
Solución: desarrollar un sofisticado algoritmo de retardo —¿alguien lo dudaba?— que garantizase un movimiento adecuado del haz luminoso que, así dicho, parece fácil, «sólo» que el sistema debería funcionar a la perfección fuera cual fuese la envergadura del conductor, incluso si éste se distrajese momentáneamente y dejase de mirar a la carretera.
En definitiva, que el futuro… ya «casi» está aquí; entre tanto y no, Opel ya ofrece tecnologías avanzadas para optimizar la conducción —por visión— nocturna, como es el caso del AFL+ (sistema avanzado de iluminación frontal) que, combinado con la cámara frontal «Eye», cuenta con hasta una decena de funciones de iluminación, de forma que los faros de xenón son capaces de adaptarse automáticamente a un amplio abanico de circunstancias en la conducción nocturna (zonas urbanas, vías rápidas, condiciones meteorológicas adversas…). Un sistema que también incluye funciones como la luz dinámica de curva, luz de giro, luces diurnas de led y hasta el cambio automático de luces de cruce a largas mediante la cámara instalada en el retrovisor interior, capaz también de detectar la proximidad de faros o luces traseras de otros vehículos.