Toyota Aygo. Urbanita… «juguetón»
El último de los «trillizos» desembarca en los concesionarios. Urbanita «recalcitrante», utilitario de acceso en los catálogos de Toyota, el Aygo redondea la «trilogía» (Citroën C1, Peugeot 108) de los ciudadanos ejemplares. Su tarifa, incluidos los 1.700 euros de descuento que ofrece la marca, arranca en 9.300 euros para la arquitectura de tres puertas y en 9.600 para el cinco puertas.
Preciosista y urbanita a ultranza, el nuevo Toyota Aygo juguetea con la ciudad…
La ciudad… es para mí. La segunda generación del Aygo, que desembarca con una interesante propuesta de pago «por uso» (100 euros al mes con el plan «Pay x Drive»), que también permite devolver el coche durante el primer año.
Cuestiones crematísticas a un lado, el pequeño Aygo, que se ha hecho esperar y comparte línea productiva con el C1 del chevron y con el 108 del León de Montbeliard, crece una veintena —larga— de milímetros (25… para ser exactos) en longitud lo que, como fácilmente puede suponerse, redunda en beneficio de su habitabilidad interior; también en la capacidad del maletero que, con 168 litros, supera en casi una treintena a su antecesor.
Mientras, en el capítulo puramente técnico, esta segunda entrega del Aygo adopta una dirección más directa y una estructura general más rígida, ligera (60 kilos menos de romana ) y mejor insonorizada; por no hablar de la optimización de la suspensión que ahora dispone de una estabilizadora más gruesa, y renovadas arquitecturas en muelles y amortiguadores.
En su condición de utilitario, la oferta mecánica no puede ser más sencilla: un tricilíndrico (gasolina) de 69 caballos, sin «Start&Stop»; multiválvulas… eso sí, que, eso también, mejora su entrega de par máximo (9,7 metros/kilo desde 4.300 vueltas) lo que —por elasticidad de funcionamiento— también se agradece mucho en la utilización urbana de un motor que se solidariza con el cambio manual de 5 marchas y con la posibilidad de optar (450 euros) por la caja robotizada «x-shift», también de 5 velocidades y con levas en el volante (otra cualidad urbana) con lo que el Aygo reivindica, una vez más, su condición de puro urbanita.
Disponible con carrocería de tres y cinco puertas, esta segunda generación del Aygo arranca su gama con el acabado «x-play» que, eso también, ofrece un completo equipamiento de serie: seis airbag, aire acondicionado, cámara de visión trasera (lo que ayuda a estacionarlo en un bolsillo ), ayuda al arranque en rampa, limitador de velocidad y pantalla táctil multifunción.
La capidad del maletero se cifra en 168 litros, suficiente para el uso urbano y, además, se cuenta con un buen paquete de posibilidades de personalización, que el fabricante mantiene a lo largo de la vida útil del coche.
Conforme se suben escalones en el catálogo, y por solamente mil euros suplementarios, puede optarse por las series limitadas, «x-cite» y «x-clusiv», singularmente atractivas en sus acabados exteriores e interiores.
En suma, que Toyota continúa apostando por su más recalcitrante urbanita … el Aygo.