Mercedes GLE. Más que un cambio de nombre…
La estrella plateada rebautiza el ‘secular’ ML. Mercedes renueva a fondo su particular ‘superventas’ del segmento SUV. Crece en tamaño, en aplicaciones técnicas y ofrece una estética modernista. Llegará en septiembre, con una tarifa a partir de 60.125 euros.
Parrilla, faros, paragolpes… el GLE adopta la también nueva imagen frontal de Mercedes-Benz.
Nuevo… hasta el nombre. Con el marchamo de haber contabilizado 1,6 millones de unidades desde 1997, Mercedes jubila su icónico ML, ahora rebautizado GLE con, además, un amplio conjunto de novedades, fundamentalmente mecánicas, que reducen un 17% —de media— su consumo y emisiones.
¿Por qué GLE? GL: indicativo de la familia (‘gelandewagen’ , todoterreno… en alemán), mientras la letra E, indica la clase de turismo a la que, por tamaño, se asemeja.
Con estos mimbres, el nuevo GLE se reconoce al primer golpe de vista por su marcado frontal, también por la exclusividad de su rejilla de ventilación y por la singularidad de los faros, como la del capó y aletas delanteras; es decir, todo en consonancia con las actuales líneas de diseño que rigen en Mercedes.
Su longitud crece hasta los 4,85 metros, y también lo hace un interior (20,3 centímetros suplementarios) con un salpicadero de nueva factura, presidido por una generosa pantalla multimedia que, opcionalmente, puede solicitarse con el ‘joystick’ táctil que se monta en los últimos modelos de la también nueva Clase C y, en el apartado de equipamiento de serie, se adoptan dispositivos de nueva factura como un optimizado sistema de asistencia al viento lateral y un dispositivo anticolisión también mejorado. Los limpiaparabrisas incorporan orificios de salida de agua (muy útiles en conducción off road ), un innovador sistema de asistencia en los atascos y un acoplamiento para remolque electrónico abatible.
En el capítulo motorístico, la novedad más significativa es la versión híbrida enchufable 500e con tracción total 4Matic, en la que se combina un motor V6 de gasolina BlueDirect de 333 CV y otro eléctrico de 116 CV: 442 caballos totales, con 66,3 metros/kilo de par, la punta en modo eléctrico se cifra en 130 por hora (hasta 30 kilómetros de autonomía eléctrica) y homologa 3,3 litros de consumo medio (78 g/km de CO2).
También novedosa es la motorización de acceso turbodiésel tetracilíndrico 250d, con 204 CV y 5,4 litros de consumo medio y tracción en un solo eje (delantero), el resto de las versiones montan el sistema integral 4Matic. El turbodiésel V6 350d (258 CV) unido al nuevo cambio automático de 9 marchas (también se ofrece el paquete opcional ‘off road’ , con reductora y bloqueo del diferencial central) que propicia un remarcable ahorro de combustible.
Las versiones de gasolina se unen al cambio de 7 marchas (7G-Tronic), cuyos motores rinde potencias de 333 y 435 CV contándose, además, con la ya imprescindibles versiones firmadas por el preparador de culto AMG: el GLE 63 (557 CV) y el GLE 63S (585 CV), éste último con una estética marcadamente deportiva.
Sin olvidar el sistema de regulación de la estabilidad —‘Dynamic Select’ — que, en le nuevo GLE, ofrece seis programas de conducción.