Mustang. La leyenda… del óvalo
Ford lanza la sexta generación del icónico deportivo americano. El Mustang llega al mercado europeo con la mítica aureola de puro deportivo USA. Popularidad e imagen en el mercado matriz, con un buen puñado de seguidores en todo el mundo. Su tarifa arranca en 37.000 euros y llega hasta los 44.000 en su versión más potente y equipada.
Imagen y prestaciones. Medio siglo de vida, frenéticas persecuciones en ‘Bullit’ y el añorado Steve McQeen como padrino de lujo avalan al galopante Mustang como una de las imprescindibles realizaciones en los catálogos del óvalo: más de nueve millones de unidades desde 1965.
La sexta generación, primera que Ford importa para el mercado europeo, continúa desvelando un coupé —y descapotable— encuadrado en ese particular escalón de mercado que los americanos bautizan ‘muscle car’: llamativa imagen y mecánica potente con, eso también, una tarifa ajustada para lo que ofrece el Mustang, por mucho —también eso— que las terminaciones interiores no sean tan… lujosamente europeas, aunque también es cierto que el nuevo Mustang ofrece bastante mejor ergonomíay un mayor refinamiento en sus acabados.
Por aquello del botón de muestra, el escalón de acceso en ésta sexta gama Mustang, la declina Ford en clave de motor tetracilíndrico 2.3 litros de 317 CV (37.000 euros) que, dicho sea de paso, se presenta como uno de los coupé más ‘comprables’ — permítaseme el palabro — del mercado, mientras el techo de gama se sitúa en el clásico V8 de 5.0 litros, que ahora alcanza 421 CV (44.000 euros). Y con una evolución tan significativa como la adopción de un tren zaguero de suspensión independiente —el eje rígido era una constante en los Mustang—. Sin olvidar que, el motor delantero longitudinal ligeramente por detrás del eje, se traduce en un excelente reparto de pesos: 53/47 en el caso del cuatro cilindros y 54/46 en el del V8.
Un capó así de largo así de largo y una trasera cortada mantiene la magia de un diseño coupé —Fastback lo llama el fabricante— que, en su sexta entrega, comparte los 4,78 metros de largo y los 1,92 de ancho con la carrocería descapotable —Convertible-; ambas con un habitáculo 2+2 plazas, filosofía deportiva en el primer caso y más glamourosa en el segundo. El bramido del V8, y sus fulgurantes aceleraciones, permiten al Mustang sprintar de cero a cien en 4,8 segundos (5,8 para la versión pequeña ) y homologar unos consumos que tampoco asustan: 8,0 litros de media y 13,5 para el V8.
Una botonera ubicada en la consola central, permite elegir entre cuatro modos de conducción: Normal, Sport, Track y Snow.
Y ‘esto’ parece ser sólo el principio de la sexta entrega, porque Ford prepara ya versiones ‘extremas’ que, a imagen y semejanza del Shelby GT350, alcanzarían los 550 CV, para ponérselo difícil a sus enemigos naturales europeos. En definitiva, que la leyenda…continúa.
