Porsche. Las ‘tonalidades’ de Le Mans
Tradición, tecnología… y regreso. Con una sugestiva ‘paleta de colores individuales’, Porsche rinde culto a su dilatada trayectoria en Le Mans. Las tres unidades 919 Híbrido que este año participarán en la famosa carrera de Resistencia, correrán por primera vez con los colores básicos que marcaron tendencia en su época: rojo, negro y blanco.
‘Porsche über alles’. Bajo el ‘diluvio universal’ el 917 «cola larga» (nº 23) firmó, bajo la batuta de Hans Herrmann y Richard Attwood, la legendaria victoria de Porsche en las 24 Heures de 1970. Ahora, cuatro décadas y media despu
En el 70… cambió todo —o casi—. Culto a la ‘individualidad’ . El 919 rojo —nº 17— homenajea, por tonalidad, al Porsche que en 1970, diecinueve años después del debut de un modesto equipo formado por dos coupé 356, al mítico 917 que iniciaba las serie de 16 victorias en el trazado de La Sarthe.
El color base de aquel mítico Sport Prototipo 917 KH ‘Short-Cola’ —cola larga—, firmado por «Salzburgo Diseño» y que ganó la carrera hace 45 años, era rojo: el piloto alemán Hans Herrmann (87 años en la actualidad) y el británico Richard Attwood (75 años... hoy) fueron los artífices de una victoria fraguada a golpe de «férreas voluntades» frente a la potente Scuderia Ferrari; guerra de dígitos: 917 versus 512… y toda la carne en un asador en las que ambas formaciones ponían sobre el tapete lo más granado de su nutrida nómina de pilotos: cuatro Ferrari 512 para Ickx-Schetty, Vaccarella-Giunti, Bell-Peterson y Merzario-Ragazzoni; dos más, hasta seis teutones Porsche 917 en el otro rincón: Herrmann-Attwood, Elford-Ahrens, Larrousse-Kauhsen, Siffert-Redman, Rodríguez-Kinnumen y Hobbs-Hailwood; cuatro Matra, tres Alfa Romeo y un debutante Ligier JS1 aderezaban … la madre de todas las carreras .
Y bien que la salpimentaron. Vic Elford —Porsche Salzbürg—, por sólo tres pequeños segundos, imponía su ley en los entrenamientos oficiales por delante del Ferrari de Ninno Vaccarella, el Porsche Gulf —¡aquella sí que fue una tonalidad !— del helvético Siffert y del Cavallino de Arturo Merzario… hasta completar una parrilla de 51 participantes.
Las espadas en todo lo alto. Siffert y Elford ‘vuelan’ sobre Le Mans, olvidándose de los 512 durante las dos primeras horas de las 24 Heures , con el mexicano Pedro Rodríguez fuera de carrera, la debacle de la Scuderia como actor invitado y ‘Maison Blanche’ como telón de fondo: tres 512 víctimas en la misma carambola que eliminaría a Wisell, Parkes y Regazzoni, mientras el motor de Derek Bell también rendía el alma .
Después, durante las restantes diecinueve infernales horas bajo el incesante diluvio —¡cuantas veces se ha ‘inundado’ Le Mans!-, otra cascada de abandonos: Hailwood (917 Gulf), Facetti (Alfa Romeo) y Bourdon (Chevrolet Corvette) se salen de la pista, mientras el Matra de J.P. Jabouille, un Chevron, un Austin Healey y un nueveonce —legión entonces— están a punto de hacerlo. El baile no había hecho más comenzar al principio de una noche que conocería el abandono en cadena de los Matra, y el equipo de Siffert-Redman tendría que vérselas con un correoso Jacky Ickx —leyenda en La Sarthe— que remontaba hasta la segunda posición… y su dramático abandono: el fallo de frenos se saldaría con la salida de pista que le costaría la vida a un comisario de carrera.
El 917 ‘short-cola’ de Herrmann-Atwood tomaban el victorioso relevo al Porsche-Gulf hasta la ajedrezada: triplete germano y, para redondear, otros cinco Porsche en las siete primeras plazas, lo que permitiría a la marca acumular clasificaciones: general, al índice de performance, grupo, clase y victoria en categoría GT; las diez victorias en juego para Stuttgart-Zufennhausen, sin olvidar la pole y el récord del vuelta… ¡la locura!