Mercedes G 500 4x4. Escalador nato…
‘Cuadradote’… perfectamente reconocible en su ‘fisonomía’. Excelente cadena dinámica, nuevas dosis de potencia (422 CV), generosas llantas de 22 pulgadas y detalles exclusivos en su terminación. La coherencia vuelve a presidir la nueva propuesta G 500 4x4. Llegará en enero, con una tarifa a partir de 272.975 euros.
Nacido en Graz… Mercedes ‘hace cumbre’ -otra más…- con el nuevo G 500 4x4. La que el fabricante tilda de ‘familia de vehículos extremos’ , recibe un nuevo miembro, cuya carrocería -elementos en fibra de carbono- y bastidor -travesaños específicos-, pueden procesar sin problemas y sin necesidad de refuerzos adicionales el incremento de potencia, firmada por el preparador de culto AMG: el G 63 AMG 6x6 adopta el nuevo V8 -4.0 litros de cilindrada-, con biturbo e inyección directa, que rinde 422 CV y se convierte en una de las ‘perlas’ en los catálogos de la estrella de tres puntas.
También el tren de rodaje es de nueva factura, adoptando elementos como el conjunto muelle-amortiguador dobles y el sistema de amortiguación variable; eso, por no hablar del ‘maquillaje’ -no sólo se queda en eso- con el que Mercedes personaliza la estética de la nueva propuesta: dos tubos de escape dobles laterales, por delante de las ruedas traseras, que modulan el característico sonido del V8; capaz de reproducir todo un ‘repertorio’ : desde el suave gorgoteo al ralentí, al sonoro ronroneo a media potencia… hasta el imponente rugido cuando se acelera ‘a todo gas’ . También la mejora de las aptitudes en utilización todoterreno, dada la eliminación de los clásicos silenciadores finales en la parte trasera del sistema de escape, que podrían restringir el ángulo de salida del vehículo.
La altura libre al suelo aumenta hasta los 450 milímetros y la profundidad de vadeo -‘inmersión’ … casi- hasta el millar de milímetros. Los ángulos de ataque/salida se sitúan en 52º / 54º respectivamente y el ángulo de inclinación lateral en 30º. Consecuencia: cien por cien de capacidad ascensional.
Tampoco nuestro protagonista se ‘para en barras’ a la hora de ofrecer ‘delikatessen’ para la conducción fuera del asfalto: la tracción integral permanente, una marcha reductora en la caja de transferencia, ejes pórtico y tres bloqueos de diferencial acoplables durante la marcha son elementos que tampoco abundan en modelos 4x4 convencionales que, además, dan como resultado un dinamismo ‘implacable’ en las más variadas situaciones, como cuando se atacan dunas muy altas, se abordan terrenos rocosos o se vadean cauces de agua.
En definitiva, que el tren de rodaje, basado en los componentes incorporados en la versión de serie de la Clase G, ofreciendo una simbiosis perfecta entre la conducción deportiva y el confort, tanto en carretera como campo a través; de forma que se consigue un notable escalonamiento entre los reglajes «Sport» y «Confort», que el conductor puede seleccionar -15 milésimas de segundo- pulsando un botón situado en la consola central.