Diario de León

Renault Mégane. Distinto… por concepción

Nueva imagen, nueva plataforma modular y mayor dinamismo. Renault ‘echa el resto’ con la nueva generación del Mégane, uno de sus abanderados comerciales desde hace un par de décadas. Ahora, el único compacto con dirección en las cuatro ruedas, lanza un órdago al segmento de militancia. Su tarifa oscila entre 16.600 y 26.900 euros.

El diseño de los grupos ópticos zagueros            ‘dibuja’, tanto de             día como de noche,                  el perfil del Mégane.

El diseño de los grupos ópticos zagueros ‘dibuja’, tanto de día como de noche, el perfil del Mégane.

Publicado por
JAVIER FERNÁNDEZ
León

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Nada que ver… El rombo abrocha la temporada con un Mégane tan renovado… que solamente mantiene el nombre: carrocería de 5 puertas, considerablemente más generosa (6,4 centímetros suplementarios; 4,36 metros totales), amplio abanico motorístico salpimentado con innovadoras tecnologías (dirección en las cuatro ruedas y un chasis ‘de carreras’ ) que acaban por proporcionar un excelente comportamiento rutero.

Y no sólo por esos centímetros ‘a mayores’ en su longitud, también por los 2,8 centímetros que ahora ensanchan sus vías y los 2,5 en los que el Mégane rebaja su altura libre al suelo.

La nueva plataforma modular CMF C/D, que nuestro protagonista comparte con realizaciones teóricamente tan dispares como los Renault Espace, Talisman y Kadjar, además del Nissan Qashqai, muestran la capacidad del rombo —y su ‘Alianza Nipona’ — para implementar tecnologías de última hornada.

Consecuencia: un inédito refinamiento técnico que, eso también, se pone claramente de manifiesto en las versiones más deportivas de la nueva gama Mégane, el GT… que hace honor a sus siglas.

Eso, por no hablar de un interior sensiblemente más espacioso y mejor acabado; con un maletero que crece hasta los 384 litros de capacidad, incluso porque, lo que no es poco, el Mégane aprueba una ‘asignatura pendiente’: mayor holgura —2 centímetros— para las piernas de los ocupantes de las plazas traseras aunque, como fácilmente pueda suponerse, la romana se «resienta al alza» por ese aumento de cotas: 1.393 kilos en la versión turbodiésel 1.6 dCi (130 CV) que ‘debería’ ser una de las opciones de compra ‘más lógicas’ en el generalidad de gama. Tampoco «tanto» como para influir —que no influye— en unas remarcables prestaciones, máxime porque el fabricante logra mantener prácticamente el mismo peso que la anterior generación por, entre otras cosas, una reducción de 90 kilos merced a la profusión de acero embutido en caliente, también unos asientos de estructura más ligera, en éste nuevo Mégane Palentino.

Los rompedores grupos ópticos delanteros y traseros con luces diurnas, aumentan la expresividad de un diseño que, ya se ha dicho, nada tiene que ver con el de su antecesor, como tampoco tiene que ver un desarrollo interior con un cuadro de instrumentos digital presidido por una ‘panorámica’ pantalla táctil de 8,7 pulgadas, verticalmente ubicada en la consola central.

La «conducción a la carta», con cinco modos, es otra de las perlas del actualizado Mégane: Eco, Confort, Neutral, Sport y Perso (configurable, éste último, a voluntad… del conductor); cada uno de ellos con un panel de instrumentos específico —como la iluminación ambiental— que, lógicamente, ‘influyen’ sobre la dureza de la dirección, la respuesta del acelerador y, en el caso de las versiones con cambio automático, la función «doble embrague». Incluso en el modo Confort, se conecta, variando el apoyo lumbar, la función masaje del asiento y, en el modo Sport, aumenta el sonido del motor, ‘trasladado’ al habitáculo a través de los altavoces.

En suma, sofisticado y efectivo en lo dinámico, el nuevo Mégane se renueva al alza con una tractiva estética y un interesante abanico motorístico.

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