Diario de León

Porsche 911 R. Piel… ¿‘de cordero’?

Éste ‘Racing’ vuelve a protagonizar la historia del ‘nueveonce’. Porsche ‘vuelve a la carga’ con un deportivo tradicional… de corte clásico. El 911 R revive, en clave del XXI, la historia del modelo más emblemático del fabricante. Llegará en mayo, con un precio de 217.469 euros.

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Limitado… ‘sólo’ en fabricación (991 unidades). Éste ‘lobo con piel de cordero’ —así lo tilda su fabricante— producido como parte de las series limitadas de la marca, el 911 R ha participado en rallyes, en la Targa Florio y ha batido récords mundiales y, ahora también, revitaliza el papel histórico que la «R» —por ‘Racing’ -‘interpreta’ desde 1967: el de un coche de carreras homologado para su uso diario; filosofía ‘competición/cliente’ en estado puro —y ‘duro’ …-, que tanto gusta de cultivar Porsche.

Como su legendario ancestro, el nuevo 911 R presume —también— de una construcción «ligera sistemática», de unas ‘escandalosas’ prestaciones y —también eso— de una innegable experiencia de conducción… ‘total’ .

Así que, como solamente 1.370 kilos de ‘romana’ (50 menos que el 911 GT3 RS), esta versión se convierte en el ‘nueveonce’ más liviano del icónico catálogo; eso, por no hablar del motor de seis cilindros atmosférico ‘bóxer’ (cilindros planos y opuestos) de 4.0 litros y «altas revoluciones» (8.250 ‘al corte’… ) que rinde 500 ‘redondos’ caballos y entrega unos nada ‘despreciables’ 46,6 metros/kilo de par a 6.250 vueltas que —‘exclusivamente’ — unidos al deportivo cambio manual de 6 marchas (con efecto «doble embrague»)… solamente necesita 3,8 segundos para sprintar de cero a cien, alcanza 323 por hora de punta y homologa unos contenidos 13,3 litros de media por cada centenar de kilómetros.

Monta de serie eje trasero direccional, específicamente calibrado para garantizar una reacciones más directas y precisas, a la vez que el diferencial de los autoblocante mecánico trasero, asegura una perfecta ‘propulsión’ de potencia, y los frenos cerámicos la ‘detención inmediata’ de un sugestivo conjunto que —por si faltaba algo— ‘se asienta’ sobre llantas de 20 pulgadas, de aleación ligera y con tuerca de aluminio mate.

Si el desarrollo para competición implica que el 911 R adopte el sistema de control de estabilidad (PSM), una ostensible rebaja del centro de gravedad, la adopción de plástico en las ventanillas laterales y la luneta trasera, reducción de elementos aislantes y supresión de los asientos traseros (incluso la climatización y el audio son opcionales), éste ‘lobo con piel de cordero’ se asemeja estéticamente a la de los Carrera, sólo un frontal una zaga similares a las del 911 GT3 ‘insinúan’ el lugar del nacimiento del 911 R: el departamento de competición de Flacht (Weisssach); así que, en cuestiones técnicas, el 911 R tiene mucho que mostrar bajo el capó, habida cuenta que la ‘herencia’ tecnología de propulsión proviene del 911 GT3 RS todos los componentes ligeros de la carrocería y el chasis se toman del 911 GT3 aunque, con vistas a su utilización en carretera, no se incorpora el gran alerón trasero fijo, que se cambia por un spoiler retráctil —como el de los Carrera-, además de un difusor específico de la versión R —mayor carga aerodinámica-; incluso los faldones delantero y trasero son los del 911 GT3. Se adopta un escape de titanio, se rediseña el labio del spoiler frontal y las franjas rojas o verdes que recorren la parte central del coche, muestran la relación con su legendario antecesor.

En el interior, el conductor —ocasional ‘piloto’ — va sentado en un baquet hecho en carbono, con la parte central en tejido «Pepita Tartan» que recuerda al primer ‘nueveonce’ de los años sesenta; el volante deportivo GT es exclusivo de esta versión y los cambios de marchas se realizan al estilo tradicional: pedal de embrague y una palanca de recorridos cortos.

Y para que nada falte… también en el interior, en el lado del copiloto, una tira de carbono que lleva incrustada una placa de aluminio con el número de cada unidad de esta serie limitada.

Y como remate… una ‘perla histórica’ : correas en lugar de manillas para abrir las puertas… ¡como en los GT!

¿Quieren más? ¡Atrévanse… condúzcanlo!

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