Diario de León

Del autobús al helicóptero, a ‘La Cirila’… y al CXPerience

Citroën… no sólo coches. Las interpretaciones del ‘chevron’ no conocen fronteras. Además de los icónicos Traction, 2CV o Méhari, Citroën cuenta en su haber con tractores, autobuses, un monoplaza y hasta un helicóptero. El prototipo CXPerience… revive la magia.

«Pasen y vean»… el futuro de Citroën ya casi está aquí. El prototipo CXPerience avanza posibles soluciones para el nuevo C5 o ¿C6?.

«Pasen y vean»… el futuro de Citroën ya casi está aquí. El prototipo CXPerience avanza posibles soluciones para el nuevo C5 o ¿C6?.

Publicado por
JAVIER FERNÁNDEZ
León

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Puertas abiertas… a la innovación. Reinterpretando leyendas y emociones (la del mítico CX fue una de ellas) Citroën resulta ser uno de los fabricantes menos convencionales del panorama automovilístico.

Y no sólo en coches. Esa filosofía innovadora, ese ‘cruce de fronteras’, también la ha expresado el fabricante en autocares, que Citroën produjo desde finales de los 20 y hasta principios de los años 60, incorporándolos enlas más de 150 líneas con las que contaba entonces la «Sociedad de Transportes Citroën», creada en 1931, y cuyo modelo más representativo fue el U23, carrozado por Besset tomando como base el camión homónimo animado por el motor del Traction 11CV (ya saben… ‘El Pato’ , en español) que tenía capacidad para una veintena de personas sentadas… y otras ocho de pie.

También durante la II Guerra Mundial, Citroën desarrolló un tractor agrícola (7 CV y 4 ruedas motrices) bautizado Type J; incluso antes, ya se habían producido pequeño tractorres derivados del Tipo A, primer automóvil que la marca fabricó en serie.

En 1965, Maurice Emile Prezous, ingeniero propietario de una concesión Citroën, fraguó la incursión del ‘chevron’ en los circuitos de carreras: el MEP X1, y la posterior evolución MEP X2 (lógicas… ya ven, las denominaciones) monoplazas derivados de los automóviles que vendía Prezous y que tanto consiguieron meter el gusanillo a los responsables de la compañía; tanto… como que en 1971 la marca decidió dar el paso y ponerse manos a la obra en ‘su’ monoplaza de carreras: MEP X27 (por cifras… que no quede) tomando como base el conjunto motopropulsor de otro ‘mítico’, el GS. Marcaba 200 por hora de punta (190 las iniciales propuestas de Prezous) y llegaron a fabricarse 80 unidades, que pudieron verse en los circuitos hasta 1975.

Aunque, sin duda, el diseño más atrevido, el que —quizá— mejor demuestra la capacidad innovadora del fabricante fuese el Citroën RE 120.

Un biplaza que contaba con la potencia, calidad y confort de otros de sus ‘enemigos naturales’; sólo que, no era ‘precisamente’ un coche… era ¡un helicóptero! Despegó por primera vez en 1975 y se conserva en perfecto estado en el «Conservatorio Citroën» (el museo galo de modelos históricos del ‘chevron’ ).

Ahora, por ‘aquello’ de seguir con la tradición, para que la llama de la innovación no se extinga, ni tampoco la de la ‘experiencia’, Citroën desvela otro prototipo de ensueño: CXPerience. Transgresor, como tantos de sus ancestros, en confort y diseño; todo un guiño a ‘aquel’ CX que marcó tendencias (como se dice en el XXI) estéticas y dinámicas (aerodinámicas, por mejor decir) en los setenta… del siglo pasado.

Así que, el nuevo concept (prototipo de concepto, que a finales de mes pisará la alfombra roja del Salón de París) sigue fiel a los principios de comodidad de sus ocupantes (suspensión hidroneumática, butacones de salón por asientos…) que ya hicieron célebre al antecesor, sólo que… en versión tan actualizada como que el CXPerience prescinde el pilar central en su carrocería, con puertas de apertura ‘armario’ (en sentido opuesto) que, como fácilmente puede adivinarse, propician un excelente acceso al interior de un habitáculo de lo más futurista. Excelente acceso a los cuatro generosos butacones que se adaptan como un guante al cuerpo, como los colchones viscolátex… por entendernos, que —Citroën dixit — son también capaces de memorizar la «fisonomía-morfología» de sus ocupantes para maximizar el confort a bordo.

Y no queda ahí ‘la cosa’ … también ambientadores y purificadores de aire, iluminación independiente al gusto de cada uno de los cuatro ocupantes y hasta un ingenioso sistema de cámaras y altavoces que propician la interconexión y favorecen las conversaciones cruzadas o, por el contrario, permiten aislar una de las zonas del habitáculo para que puedan realizarse llamadas o videoconferencias privadas.

Grande y llamativo (4,85 metros de largo) el CXPerience, como en su día el primigenio CX, se postula (cuando alguna de sus soluciones lleguen a la serie en el nuevo C5 o… ¿el nuevo C6?) como una berlina alta de gama que, eso también, podría ser ‘el rostro’ de las nuevas propuestas de Citroën para 2017.

¿Todavía un sueño? Puede ser, aunque también ‘puede’ que más real —el sueño— de lo que podría pensarse.

Lo que sí es una realidad (en el prototipo… se entiende) es la actualización de la tecnología híbrida enchufable firmada por Citroën: 300 CV totales repartidos (caballo arriba, caballo abajo) entre los casi 200 del motor de gasolina (delantero) y los 107 del motor eléctrico (trasero), que se unen a un cambio automático electrificado de 8 marchas y, lógicamente, a la tracción 4x4.

Otro ‘detalle’: la ingeniosa arquitectura del CXPerience viene dada por el posicionamiento transversal de la caja de cambios, ubicada entre el motor térmico y el eléctrico, y la implantación de una batería compacta bajo el habitáculo del coche que permite la electrificación del tren posterior, preservando así la habitabilidad de los pasajeros y la capacidad de carga del maletero.

En fin… que cuando la evocadora «Cirila» de chapa ondulada cumple 65 años, cuando los C4 Picasso y Grand Picasso renuevan sus ‘pinceladas’ y cuando en la factoría viguesa —‘madre’ de ambas realizaciones— saca cada año a la calle más de 400.000 unidades, el ‘chevron’… no deja de sorprender, por innovar.

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