Citroën C4 Picasso. Espacio… tecnológico

Frente a la eclosión SUV… Picasso, resiste. Y bien que lo hacen, los monovolúmenes mantienen posiciones, contra vientos… y alguna que otra marea. Pues eso…

Que el chevron sigue dando pinceladas a uno de sus contrastados superventas desde su lanzamiento en 2013, lo confirma el hecho de renovar tanto —y tan bien— el monovolumen compacto líder de ventas en el mercado español.

Por mucho que, al primer golpe de vista no se noten excesivamente los cambios, lo cierto es que el rediseñado frontal, común al Picasso y al Grand Picasso, los también nuevos paragolpes y los faros de nueva factura le sientan de maravilla a nuestro protagonista, que gana en empaque sin perder un ápice de la personalidad que lo ha venido haciendo célebre.

También se adoptan nuevos grupos ópticos traseros —efecto 3D-, llantas de 17 pulgadas de marcado diseño deportivo —nada habituales en el segmento de militancia-, techo bitono —en el Picasso— y tres nuevos colores en la paleta de la carrocería.

Los nuevos ambientes personalizan un interior de lo más ‘habitable’ y bien realizado: Live, Feel, Feel Edition y Shine. Opcionalmente, se ofrecen otros tres: Wild Blue, Beige Duna y Gris Hype.

Así las cosas, la marca del chevron tiene en los actualizados C4 Picasso y Grand Picasso su cabeza de puente del programa «Citroën Advanced Comfort», que los convierte en dignos representantes de esta nueva filosofía que, entre otros elementos, adopta —o adoptará en un futuro próximo— un sistema de filtrado de vibraciones en la carrocería y, en general, una confortabilidad mecánica superior merced a los amortiguadores de topes hidráulicos progresivos, unos muelles de asientos y unos espumados de tapicería optimizados… llegarán ‘en tropel’ el año próximo a las realizaciones de la marca.

Lo que sí que ya está presente en nuestros dos protagonistas es el portón zaguero con sistema «manos libres» (‘pasando’ un pie por debajo del parachoques), los asientos con efecto masaje o el reposapiés extensible en el asiento del copiloto. Por no hablar del estreno del sistema de vigilancia de ángulos muertos, el de atención del conductor, el de reconocimiento de señales de tráfico, el control de crucero activo y las alertas de pre-colisión y de frenada de emergencia, operativo desde 5 por hora de velocidad.

En cuanto a las novedades en conectividad e infoentretenimiento, la perla es la función «Mirror Link», que permite ‘replicar’ la pantalla del smarphone personal, compatible con Apple CarPlay y Android Auto.

En el apartado mecánico —y dinámico— los C4 Picasso y Grand Picasso conservan —incluso incrementan— las buenas ‘sensaciones’ a las que nos tienen acostumbrados ambos modelos: tacto agradable y buena ‘pisada’ de rodadura.

El fabricante sigue fiel a los motores habituales: los modernos gasóleos BlueHDI (100, 120 y 150 CV) y los tricilíndricos de gasolina 1.2 PureTech (110 y 130 CV), a los que se une el potente tetracilíndrico turboalimentado 1.6 THP de 165 CV. Quizá la combinación más ‘lograda’ —en gasolina— haya que buscarla en el 1.2 PureTech de 130 CV ‘solidario’ con el cambio automático EAT6, ahora con convertidor de par, mucho más efectivo y cómodo que la anterior caja automática pilotada, que solamente aumenta una décima el consumo medio (5,1 litros a los cien) con respecto al cambio manual; acelera de cero a cien en 10,3 segundos y marca un punta de 206 por hora. Más que ‘bien pagados’ están los 1.350 euros ‘a mayores’ que cuesta esta versión.

Por cierto, la tarifa de los nuevos C4 Picasso y Grand Picasso oscila entre 800 y 1.000 euros… ¡menos que sus antecesores!

En suma, que Citroën sigue confiando en el ‘formato familiar’ (monovolumen) para el ‘alojamiento’ de niños… y bagajes.