seat. Tres semanas ‘igual a’… 25.000 kilómetros
Cincuenta ingenieros, 80 pruebas, tres semanas y… 25.000 kilómetros. Seat testa, en condiciones extremas, todos sus coches antes de convertirse en modelos de serie. El Ateca… también.
Ensayos ‘infernales’ para testar hasta el mínimo tornillo de un coche.
Medio centenar de ingenieros y cuarenta coches. Por delante, una inhóspita zona desértica del sur de España… 45º grados a la sombra: pruebas extremas, un campo de entrenamiento para una exigente reválida.
¿A qué pruebas extremas se somete un vehículo? Ahí van…
Tracción y descenso controlado: Se comprueban los sistemas de control de tracción en pendientes de hasta el 35%, además del funcionamiento del «Hill Descent Control» , que garantiza un descenso controlado sin que el conductor tenga que actuar sobre el pedal de freno y también la activación automática del ABS… ‘si necesario fuere’.
Prueba de control de remolque: El riesgo de perder el control del vehículo es mayor si se lleva un remolque. Este ensayo prueba el funcionamiento del «Trailer Stability Program» , un sistema que ayuda a mantener la estabilidad del coche en esa circunstancia.
Prueba de «Klapper»: Este ensayo asegura que todos los componentes de un coche (más de 3.000 piezas) funcionen armónicamente, sin provocar ruidos molestos para los ocupantes, en cualesquiera condiciones de utilización y sobre cualquier tipo de terreno.
Prueba de aspiración de polvo: Cuando circula por el desierto, un coche genera una gran nube de polvo; justó detrás, circula el vehículo sometido a prueba para comprobar la vida útil del filtro de aire.
Prueba de grava: Los vehículos ruedan por una pista de grava, donde recorren 3.000 kilómetros para analizar los impactos ocasionados por la gravilla en los bajos de la carrocería, los pasos de rueda y las zonas exterior y posterior de los parachoques. Objetivo: asegurar la resistencia de todas las piezas durante la vida del coche.
En fin… que durante un mes de pruebas, y más de 80 ensayos, se ‘machacan’ los coches, en todas sus configuraciones, para no dejar nada al azar.
Así que… gracias a las pruebas extremas, y a los centenares de ingenieros que las provocan’ , un conductor puede estar «bien seguro» de poder circular por cualquier carretera del mundo con total fiabilidad.
Próxima parada… «Winter test».