Seis décadas después… «Autódromo Hermanos Rodríguez»
Porsche, y el Mundial de Resistencia, volvieron al mágico escenario. En la quinta carrera del Mundial, disputada en septiembre, Porsche reverdeció ‘laureles centroamericanos’. En 1954 ganó la categoría en la «Panamericana», la prueba de carretera más exigente del momento. Hasta principios de los setenta, los hermanos Rodríguez (Ricardo y Pedro) dieron innumerables triunfos a la marca y en los noventa, el 962 C volvió al «Autódromo Hermanos Rodríguez».
La historia… sigue viva. Noviembre de 1954, Carrera Panamericana. Hans Herrmann terminó exhausto bajo la ajedrezada al volante del Porsche 550 Spyder: 3.077 kilómetros cruzando México de norte a sur.
Aquel ágil roadster’ (biplaza descapotable) de motor central, y el ya entonces célebre piloto alemán, demostraban la superioridad en la categoría de 1.5 litros. La sexta prueba del entonces Campeonato del Mundo de Sport Prototipos, se considera el debut de Porsche en el continente americano.
A sólo 36 segundos, con un coche gemelo, Jaroslav Juhan, se situaba por detrás de Herrmann. El alemán y el guatemalteco nacido en Praga, pelearon durante días en el infernal trazado de la «Panamericana»; terminaron tercero y cuarto en la general. El ‘patrón’ Ferry Porsche confirmaba su hipótesis: afianzar el nombre y la —ya entonces— reconocida calidad de su marca mediante los éxitos en las carreras… ‘ahora’ también, al otro lado del Atlántico.
Aquel ‘cruce del charco’ resultó ser una aventura tan especial para Porsche como la propia carrera que, en sólo cinco ediciones (1950 a 1954), se convirtió en una leyenda del automovilismo deportivo: se disputaba por carreteras abiertas al tránsito ‘normal’ —como las italianas Mille Miglia — y también como su homóloga transalpina… acabó prohibiéndose por su alto riesgo.
Participante desde 1952, aquella ‘brutal’ competición inspiraría a Ferry Porsche para apellidar «Carrera» a todos los deportivos «de raza», desde entonces. Incluso inspiró al Gran Turismo de cuatro puertas Panamera, nacido en 2009.
Y no sólo, del respeto a la admiración, también los bravos —y rápidos— hermanos Ricardo y Pedro Rodríguez ‘forman’ en el imaginario deportivo de Porsche. Fichado en 1957 por la formación germana, Ricardo Rodríguez compitió con éxito al volante de los 550 Spyder y 718 RSK en carreras de Centroamérica, Sudamérica y Norteamérica. En 1961 daría el salto a Campeonato del Mundo de Automóviles (antiguo nombre de la Fórmula 1), convirtiéndose en uno de los pilotos más jóvenes de la máxima especialidad. A los 20 años de edad, el 1 de noviembre de 1962, la carrera deportiva de Ricardo (entonces piloto de Lotus) se vería trágicamente frustrada durante los entrenamientos del Gran Premio de México.
También ‘el destino’ —trá- gicamente victorioso— estaba marcado para su hermano Pedro: 15 carreras ganadas en Sport Prototipos, incluidas las 24 Horas de Daytona (1970 y 1971) con el Porsche 917 KH del equipo John Wyer, defendiendo los célebres colores de «Gulf». En 1970 se ceñía la corona mundial de la especialidad, con el mítico 917. En mayo del año siguiente, cuando acariciaba la victoria en los 1.000 Kilómetros de Spa-Francorchamps (Bélgica), formando equipo con otro ‘referente’ de la época, Jackie Oliver, marcaba una media superior a los 249 por hora, aún hoy, la más alta lograda allí. Sólo una semana antes de que encontrara la muerte (11 de julio de 1971) a bordo de un Ferrari 512M del equipo de su amigo «Herbert Müller Racing» en el circuito alemán de Norisring, ganaba los 1.000 Kilómetros de Zeltweg (Austria) con un 917, tras rodar los 960 kilómetros totales de la carrera.