Peugeot. ‘Ins… tintivo’
Cúpula acristalada, perfil arqueado… una sensación extra. Peugeot incita a soñar con un prototipo conceptual, «Instinct Concept». Un órdago de libertad aumentada para convertir el coche… en una prologación de nosotros mismos.
Placer del automóvil… ¿Quién no ha soñado con un coche que aporte una serenidad total mientras controla el entrono? Peugeot propone el «Instinct Concept»; de momento, sólo en fase de prototipo, en un futuro —no tan lejano-… quién sabe.
Coincidiendo en el tiempo —y en ‘alguna’ de sus formas— con el anuncio de la compra de Opel por PSA (Peugeot-Citroën), el León de Montbeliard lanza un reto a las sensaciones, a la conducción intuitiva… a la libertad de movimientos: vínculo inquebrantable —afirman desde la marca— entre el constructor y la noción de placer a través de la experiencia del vehículo autónomo… según Peugeot.
Todo parece indicar que la conducción autónoma plasmará la próxima revolución del automóvil. La forma de implementar ésta revolución, marcará la diferencia entre las marcas.
Conviene —eso también— no volver a ‘inventar’ el tren… si se me permite la apreciación.
El prototipo «Instinct Concept» evoluciona en simbiosis con todos los objetos conectados, dando lugar a una nueva forma de vivir la movilidad: el automóvil registra los datos que el usuario quiere compartir con él. Datos provenientes de los Smartphones, del reloj inteligente y de la domótica.
Peugeot propone cuatro modos de desplazamiento: dos de conducción («Drive Boost» y «Drive Relax») y dos autónomos («Autonomous Sharp» y «Autonomous Sofá»); mientras el «Responsive i-Cockpit» redefine el habitáculo para adaptarse a todos los usos generados por la conducción autónoma. Incluso las ‘interfaces’ se configuran antes, durante y después de su uso, según el modo de transporte seleccionado y el perfil del usuario.
El conductor conserva en todo momento el control del coche, habida cuenta que en modo «Autonomous», pueden darse órdenes o ejecutar una maniobra desde el «i-Device» integrado en la consola central.
Los ‘concept-cars’ presentados hasta la fecha son, en buena medida, responsables de la imagen estilística asociada al coche autónomo: una innovación pensada para modelos altos de gama y exclusivamente centrada en el conductor.
La visión de Peugeot es radicalmente distinta: la conducción autónoma debe favorecer a la mayoría, lo que se traduce en una arquitectura interior adaptativa e innovadora. El volante compacto y el panel en el que ubican las informaciones, se ocultan en el salpicadero y, simultáneamente, el pedal del acelerador se ‘difumina’ en el bastidor.
Son sólo algunos ejemplos, la realidad… supera a la ficción: Peugeot «Instinct Concept».