Citroën C4 Cactus. Funcionalidad… refinada
Más calidad y mayor confort. El ‘chevron’ propone una «revisión general» del C4 Cactus. Una suerte de «berlinización», traducida en un diseño audaz y elegante. Fabricado en Villaverde (Madrid) en exclusiva para todos los mercados internacionales, llegará en el primer trimestre de 2018
«La nueva Citroën»… Que comenzó, precisamente, con el C4 Cactus, sube un peldaño más en su particular ‘escalera’: «Citroën Advanced Comfort», que el ‘chevron’ traduce en una estética más elegante y en una mayor sofisticación dinámica y funcional; renovación que se lanzará al mercado en el primer trimestre del próximo 2018, con una tarifa… aún por desvelar.
El actualizado C4 Cactus ‘pierde’ las barras de techo y los ‘peculiares’ Airbump —protecciones laterales— a favor de una imagen estética más «madura» y actualizada. Aunque, eso también, sin perder los rasgos ‘ideológicos’ que lo han hecho célebre, una suerte de ‘berlinización’ (como gustan de apuntar sus ‘facedores’ ) que le sienta ‘de perlas’ a nuestro protagonista; es decir, combinación —y no es baladí… la combinación— de confortabilidad y estilo crossover: rediseñado frontal, más ‘robusto’ y con mayor personalidad —el logo cromado contribuye poderosamente—, además de la adopción de unas nuevas luces LED 3D (también cambian las ópticas traseras) y, ya se ha dicho, la integración de los Airbump —más discretos— en la parte baja de las puertas, al estilo del C3. Una treintena en la combinación de colores: 9 para la carrocería y 4 ‘packs’ con, en el interior, cinco ambientes disponibles.
Y otra primicia europea: suspensión con amortiguadores progresivos hidráulicos, sistema ya estrenado por Citroën en el C3 Aircross ‘chino’ que, a diferencia de la suspensión normal (un amortiguador, un muelle y un tope mecánico) añade dos topes hidráulicos (uno de extensión y otro de compresión) capaces de controlar, en caso de extensión/compresión ligeras, los movimientos verticales sin necesidad de que entren en funcionamiento los topes hidráulicos. Consecuencia: un efecto de «alfombra voladora», como gustan de definir al sistema los ingenieros de la marca y que, dicho sea de paso, se transmite al interior con el concurso de unos nuevos asientos delanteros dotados de espuma de alta densidad, que obvia el —tan desagradable— efecto de hundimiento.
El habitáculo conserva la posición baja del salpicadero, con la pantalla central ‘flotante’ y el cuadro de instrumentos digital. También la batalla se mantiene inalterable (2,60 metros entre ejes) y el maletero ofrece 358 litros de capacidad, ampliable a 1.170 si se abate la banqueta trasera, a la vez que se dispone de numerosos huecos portaobjetos, ingeniosos y funcionales, repartidos por el habitáculo.
Los tricilíndricos PureTech (82, 110 y 130 CV) son los protagonistas en gasolina, con función «Start&Stop», y se unen al cambio manual de 6 marchas o al automático EAT6. El turbodiésel BlueHDi (100 CV) estará disponible desde el lanzamiento del nuevo C4 Cactus que, en otoño de 2018, también dispondrá de un BlueHDi de 120 CV con el cambio automático EAT6.