911. Un antes… y un después
Porsche recupera su ‘nueveonce’ más antiguo. Restaurado y listo para conducir. El Museo Porsche exhibe por primera vez una de las más antiguas unidades del icónico 911 (901 nº 57). Fabricado en octubre de 1964, este coupé rojo se conocía entonces como 901.
Tres años después… del granero al museo. Se expone (hasta el 8 de abril 2018) bajo el título ‘Despega la leyenda’ .
Casi 50 años después de la fabricación de una de las primeras unidades del mítico modelo, el Museo Porsche lo encontró y decidió comprarlo con vistas a una restauración, que ha durado tres años, y lo ha devuelto a su estado original… mejor que el original.
Porsche desarrollaría inicialmente el sucesor del 356 bajo la denominación 901. Sólo unas semanas después del inicio de la producción., en otoño del 64, el litigio con Peugeot (el «0» central, ya saben) traería como consecuencia el cambio de denominación a 911; tres dígitos que han hecho historia en los anales del fabricante de Stuttgart-Zuffenhausen.
Es verdad que todos los vehículos producidos hasta ese momento, se fabricaron como 901; aunque, en realidad, saldrían a la venta como 911.
Hace tres años, mientras evaluaban una colección de objetos, largo tiempo olvidada en un granero, un equipo de televisión alemán dedicado a las antigüedades, descubría dos unidades de ‘nueveonce’ de los años sesenta.
Tras las oportunas averiguaciones con el Museo Porsche, se descubrió que uno de esos dos coches —chasis 300.057— era una de esas unidades especiales fabricadas antes de que el modelo fuese bautizado como 911. El museo decide comprar ambas unidades, al precio fijado por un experto independiente, cubriendo así uno de los huecos clave en la magnífica colección de clásicos producidos por la marca.
La filosofía de «reparar antes de reemplazar», un complejo trabajo de restauración tan problemático como exhaustivo usando piezas auténticas, los técnicos pusieron manos a la obra.
Uno de los puntos fundamentales que llevarían a la adquisición del coche fue, aunque parezca un contrasentido, que la unidad nunca se había restaurado, lo que proporcionaba a los especialistas del museo la oportunidad de rehacer «auténticamente» el coche, de la forma más parecida al original.
Tres años han durado los trabajos de restauración, para devolver a un montón de óxido todo el glamour de su época: el motor, la transmisión, los componentes eléctricos y el interior se repararon siguiendo idénticos principios a los de los años sesenta. con la irrenunciable premisa —eso también— de mantener piezas y fragmentos… hasta donde fuese posible, en lugar de reemplazarlos.
Consecuencia: unos complejos métodos de trabajo, habitualmente inexcusable en el Museo Porsche —su razón de ser—, que han dado como resultado que uno de aquellos históricos 901/911… haya vuelto a la vida.
Durante medio siglo, la colección oficial del fabricante carecía de una de estas singulares unidades. Ahora, Porsche ha solventado —tanto y tan bien— la ausencia , como que… ‘Despega la leyenda’ .