600 N, pasión por el patrimonio
Pintado en verde, este ejemplar es uno de los primeros Seat datado en 1957. En 2017, fue restaurado por Seat Coches Históricos, para celebrar el 60 aniversario de su lanzamiento, que acabaría convirtiéndose en auténtico icono automovilístico en su época, con proyección histórica.
El laborioso proceso de restauración del popularmente conocido como ‘pelotilla’ , que impulsó decisivamente la irrupción generalizada en España de la era del automóvil a finales de los cincuenta, tardó todo un año en completarse, sin escatimar gastos ni esfuerzos, para devolverlo a su estado original.
Se trata, con toda probabilidad, del mejor ejemplar de un 600 que el fabricante puede presentar en su propia colección de coches clásicos, junto con una unidad de la penúltima serie de fabricación: un 600 L de 1973, en perfecto estado original.
En un primer momento, aquel ‘pionero’ se llamó simplemente Seat 600 (sin letra alguna) y ahora se conoce como 600 N (Normal), para su mejor identificación entre toda la gama de modelos.
Intermitentes y puertas de apertura inversa, elementos que forman parte de su propia naturaleza: casi 800.000 Seat 600 entre 1957 y 1973; solamente 132.462 unidades de la primera versión 600 N, entre 1957 y 1963, año en el que ‘nacería’ el sucesor: 600 D.
Al primer golpe de vista, la característica fundamental que distingue al 600 N, de las posteriores versiones D, E y L, son los intermitentes sobre las aletas delanteras que, en el «D», se colocarían en los laterales (junto a una moldura cromada) y no en la parte frontal.
El 600 N, bien se sabe, monta las llamadas ‘puertas suicidas’ , de apertura inversa al sentido de la marcha, que se mantuvieron en el sucesor 600 D (1963); las puertas de los posteriores E y L —años 70—, ya se abrían de forma convencional.
También el 600 N fue excepcional por su sencillo —y robusto— tetracilíndrico motor trasero de 633 centímetros cúbicos y 18 CV, que alcanzaba una velocidad máxima de 95 por hora. Todas las versiones posteriores aumentaban la cilindrada hasta los 767 centímetros cúbicos y, lógicamente, su potencia.