Citroën AX y ZX. 20 años… después
Abrocharon su comercialización en 1998. Personalizaron las dos últimas décadas de Citroën en el XX. Sustituto del Visa, y del mítico 2CV, el AX cumplió con creces sus objetivos: 2,4 millones de unidades en su haber. A renglón seguido, el ZX afianzó la vocación generalista de su fabricante y el regreso de Citroën a la alta competición.
Estética rompedora , aerodinámica… y bajo peso. Nacido hace tres décadas, el AX podría firmar el pliego de condiciones de cualquier modelo actual: ‘Genial’ , su campaña de lanzamiento, aperturista de China a Occidente con la ‘Operación Dragón’ (1988), representante —puro y duro — de la crisis del petróleo de 1979 (270% de aumento del precio de barril en sólo dos años) la aparición del AX supuso la reflexiva ‘respuesta’ sobre el futuro de la movilidad, con radicales reducciones de consumos.
Los ingenieros de Citroën, con el respaldo del mismísimo gobierno galo, se pusieron manos a la obra en la optimización del producto, del peso a la aerodinámica y el rendimiento de los motores.
Consecuencia: Citroën desvela el AX en el Salón de París de 1986, con una aerodinámica récord (Cx de 0,31) y pesos entre 640 y 695 kilos para conquistar el segmento urbanita y, como reto añadido, la sustitución del icónico 2CV.
Con, pese a sus dimensiones compactas, un maletero de 273 litros. Todo era nuevo en el AX: desde los bajos del vehículo a los motores, estrenando mecánicas tetracilíndricas de gasolina (TU) que, por fiabilidad y prestaciones, marcarían todo una época en los catálogos del Chevron, llegando a ser pioneros en el desarrollo del vehículo eléctrico (versiones con batería de níquel-cadmio en 1993).
Entre 1986 y 1998 el AX contabilizó 2.425.138 unidades, un tercio de las cuales lucirían el ‘Made in Spain’ vigués (812.951 unidades).