Para que el frío… no te empañe

Unos instantes —a ‘balón parado’— con el aire acondicionado a máxima temperatura, orientando los difusores hacia los cristales, nos permitirá ‘vencer’ al vaho. Como también circular con una temperatura interior alrededor de 21º, que propiciará una conducción confortable y segura en invierno: «el agua caliente del motor se usa para la climatización y vuelve al motor a una temperatura caliente, aunque mucho más baja de lo que salió, por lo que podría considerarse que ayuda al radiador del motor», sostiene María García, ingeniera del Departamento de Desarrollo y Aerodinámica de Seat.

Así que… a diferencia del aire acondicionado, la calefacción no consume carburante ni agua extra.

Y otra cosa… quítese las capas —‘de cebolla’ — a la hora de conducir: chaquetones y bufandas dificultan la libertad de movimientos al volante. Eso también… permítaseme discrepar de la ingeniera Garcia: guantes, sí; ‘de conducir’ claro está, nunca esas ‘manoplonas’ que acaban por convertirnos en auténticos ‘manazas’ con escasas posibilidades de mantener el tacto… imprescindible.