911 Cabriolet. El icono… a cielo abierto
Desde 1981, el ‘nueveonce’ descapotable continúa una larga tradición.
Aquella primer versión ‘abierta’ , que comenzó su producción en 1982, ha sido una constante en los catálogos del 911 que, ahora, incorpora avances específicos como los innovadores elementos hidráulicos que hacen mucho más rápida la operación de apertura y cierre de la capota.
La clásica capota blanda, de accionamiento automático, integra la luneta trasera y su estructura contiene elementos con superficie de magnesio, que evitan que el techo se hinche como un globo a altas velocidades. Puede abrirse y cerrarse en marcha —hasta 50 por hora—, mientras sus elementos hidráulicos reducen a una docena de segundos el tiempo de accionamiento. Incluso el deflector de viento, extensible eléctricamente, protege la nuca de los ocupantes del impacto del viento.
Disponible en versión Carrera S (propulsión trasera, 154.395 euros) y Carrera 4S (tracción total, 163.355 euros), ambas versiones adoptan el 6 cilindros ‘bóxer’ turbo de 450 CV, unido al cambio de 8 marchas y doble embrague de nuevo desarrollo.
El Carrera S acelera de cero a cien en 3,9 segundos y en 3,8 el Carrera 4S (3,6 segundos con el paquete opcional «Sport Chrono»), la punta se cifra en 306 por hora.
La posición del motor, redunda en beneficio de una mayor rigidez torsional del nuevo Cabriolet y, también por primera vez, está disponible el chasis deportivo: muelles más cortos y duros, barras estabilizadoras más firmes y una rebaja de diez milímetros de altura libre al suelo.
Más ancho y ‘musculado’ que su antecesor, con pasos de rueda más generosos, se montan llantas de 20 pulgadas en el tren delantero y de 21 en el trasero; se alarga 44 milímetros el eje zaguero y 45 milímetros de anchura en el delantero, mientras el actual ‘nueveonce’ Cabriolet recupera una característica de sus primeras generaciones: capó alargado hasta el final, con una zona rebajada justo delante del parabrisas, elementos que acaban por configurar un frontal más largo y dinámico.
Un ancho spoiler , con distintas posiciones de ajuste, domina la zaga de ambas versiones —S y 4S—, además de una elegante tira de luz continua.
A excepción de las secciones delantera y trasera, todos los paneles exteriores están realizados en aluminio.
Las líneas rectas y ‘limpias’ , presiden un interior en el que, como ocurría en el 911 original, el cuadro de instrumentos cubre todo el ancho entre las dos curvaturas horizontales que lo envuelven: cuentarrevoluciones centrado y dos finas pantallas sin marco, configurables para diversas informaciones, mientras la pantalla central (10,9 pulgadas) puede manejarse rápidamente y sin necesidad de distraerse.
El modo «Wet», primicia mundial que se ofrece de serie, «detecta» el agua en la carretera, y prepara los sistemas de control alertando al conductor, que puede ajustar la puesta a punto del coche a tal efecto con sólo pulsar un botón o utilizando el selector de modos del volante (paquete «Sport Chrono»). Además, el sistema de aviso y asistencia de frenado —también de serie— detecta el riesgo de colisión con otros vehículos, peatones y ciclistas en movimiento, «iniciando» una frenada de emergencia si fuese necesario. Un sistema de ayuda al estacionamiento, con cámara trasera, completa la configuración de serie.
Entre las opciones del nuevo 911 Cabriolet, se incluyen el asistente de visión nocturna con cámara de imagen térmica, además del control de crucero adaptativo con control automático de distancia, función de arranque/parada del motor en detenciones prolongadas y la protección reversible de los ocupantes.