Diario de León

BMW M5. Tres décadas… y media

Exclusividad… elevada a la máxima potencia. Tras seis generaciones, la ‘Bayerische’ propone una edición especial (350 unidades) de un sedán que rinde culto a una de las berlinas más emblemáticas de la marca. Pedidos disponibles a partir del próximo mes de julio.

Publicado por
javier fernández
León

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Potencia… para un aniversario. Partiendo del M5 Competition —la ‘cosa’ promete…— BMW confía plenamente en el motor V8 M TwinPower Turbo de 625 CV, en el sistema M Drive —tracción a las cuatro ruedas— y en el diferencial «M» para el tren posterior, la ‘joya’ hace gala de unas ‘estratosféricas’ cartas de presentación propias de un auténtico coche de ccarreras: 3,3 segundos en el ‘sprint’ de cero a cien y 10,8 para alcanzar los 200 por hora…

Interior ‘salpimentado’ con detalles exclusivos firmados por «BMW Individual» (asientos multifuncionales, molduras doradas…) y, en el exterior, adopciones tan ‘potentes’ como las llantas de 20 pulgadas —en forma de «Y»—, frenos cerámicos de carbono en color negro brillante y, en las estriberas de las puertas, una moldura iluminada —«M5 Edition 53 Jahre 1/350», además de —como corresponde— el número de cada unidad inscrito en la consola central.

Si la armonía ha caracterizado siempre el diseño de las sucesivas generaciones del M5, la potencia, la transmisión, la suspensión y el diseño, adquieren ahora… una dimensión exponencial.

Todo ‘arrancó’ con un M5 de 6 cilindros (286 CV) del biplazaza M1 y con una estética tan discreta que no lo diferenciaba del modelo de estricta serie.

Filosofía que BMW mantuvo en la segunda generación M5 con, eso sí, una potencia de 315 CV que, en 1992, ya ‘subía’ a 340 CV y, eso también, con un estilismo más cercano a los coches de carreras.

La tercera ‘entrega’ M5 (1998) la conformaba la ‘Bayerische’ en clave de 400 CV y con unas generosas entradas de aire.

El gran revulsivo vendría con la cuarta generación: motor V10, derivado de la F1, que rendía 507 CV… y una increíble «musicalidad».

Con la vuelta a la mecánica V8 y la turboalimentación —en la quinta generación de 2011—, los dos turbos en «V» entre los cilindros y un colector de escape, los 560 CV, unidos al cambio de 7 velocidades y al bloqueo del diferencial activo en el eje trasero, el M5 entraba a formar parte de la más exclusivista iconografía del fabricante germano.

El sexto capítulo de la historia M5 continuo con la arquitectura motorística V8 de su antecesor, ‘sólo’ que con 40 caballos suplementarios (600 CV) que, en esta edición «35 Años) sube 25 caballos más…

En suma, que el M5 se convierte —vuelve a hacerlo— en una de las berlinas más deportivas, y exclusivas, del panorama europeo.

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