Mercedes EQC. Las pilas… de la ‘Estrella Plateada’

Mercedes… ‘a pilas’ . La electrificación de la Estrella , la propone el fabricante germano en un puro ‘crossover’ , de estética moderna y, muy en la filosofía de la marca, tan lujoso como cabría esperar, que tendrá que ‘vérselas’ con modelos como el Audi e-tron y el i-Pace de Jaguar (480 kilómetros de autonomía, éste último).

La ‘herencia’ GLC gana 11 centímetros de longitud en el EQC (4,78 metros totales) y, con 500 litros de maletero, pierde medio centenar de ellos por la adopción de las baterías de ion-litio, que ‘anuncian’ entre 374 y 416 kilómetros sin necesidad de visitar ‘el enchufe’ : 11 horas en un punto de recarga «wallbox» y 40 minutos para pasar del 10 al 40% de la batería si se utiliza un punto de carga de 400V. Lógicamente, las cifras de autonomía varían sensiblemente en función de la ‘alegría’ con la que se utilice el coche. De momento, en España, por la limitada red de recarga, habrá que ir con ‘tiento’ a la hora de disfrutar del acelerador

Se ha sustituido el motor de combustión por dos eléctricos —uno en cada eje—, con lo que el EQC (408 CV) ofrece condiciones de tracción total; un sistema 4x4 inteligente en el que el motor trasero solamente actúa en caso de necesitar más propulsión.

Eso sí, sus 2.495 kilos de ‘romana’ (652 las baterías) podrían penalizar las prestaciones del coche en trazados especialmente revirados. En cualquier caso, tampoco se trata de un deportivo, así que… ningún problema.

También la colocación de las baterías debajo del piso del coche, propicia la rebaja del centro de gravedad, de forma que se obtiene un comportamiento dinámico más aplomado (también influye la rigidez del chasis), además de contar con un sistema de recuperación de energía con 5 modos de «retención» que pueden seleccionarse con las levas del volante. En el modo más «deportivo», el EQC puede conducirse sólo con el acelerador que, al levantarlo, llegar a retener ‘tanto’ que llega hasta la parada.

Uno de estos 5 modos, el ECO, denominado «conducción estratégica» ofrece un sistema de asistencia capaz de «adelantar» las condiciones de la carretera —su trazado—, aprovechando así la carga de la batería: funcionamiento solidario con la cartografía del navegador, el sistema de reconocimiento de señales de tráfico y con los propios sensores del vehículo (radar, cámaras…) de tal forma que se «avisa» al conductor para que desacelere cuando está a punto de llegar a una retención o alguna otra incidencia; incluso se puede rodar «a vela», solamente con la inercia.

Además, el programa «Max Range» endurece el tacto del pedal del acelerador, optimizando el gasto de las baterías.

La aceleración es una de las bazas que juega el nuevo eléctrico de Mercedes: 5,1 segundos de cero a cien, con unos autolimitados 180 por hora de punta.

Al generoso equipamiento de serie, se añaden otros diversos elementos para el mercado español: control de ángulo muerto, faros led con luces de carretera automáticas, cristales tintados, y los paquetes de confort, estacionamiento, retrovisores y el acabado «Electric Art Interior».

Además, durante el primer año, se incluyen los cristales calorífugos e insonorizantes, sistema de sonido «Advanced», preinstalación ‘me Charge’ , que permite la carga rápida a 110 kW a precio reducido. Edición de lanzamiento que el fabricante denomina «1886» (por el año del Triciclo Benz, ancestro de ‘todos’ los Mercedes-Benz), con un precio de 87.405 euros.