Herramientas… hechas a mano

Cada ‘Takumi’ precisa ‘sus’ propias herramientas que, si es necesario, se las fabricará él mismo; como Yasuhiro Nakashima, quién ha dedicado 27 años de su vida al aprendizaje, y perfeccionamiento, de su técnica: pulir y desarrollar los moldes metálicos utilizados para la parrilla de doble punta de flecha del LS.

El maestro Nakashima ha creado sus propias herramientas personalizadas, entre las que se cuentan instrumentos de bambú hechos a mano, que le sirven para dar forma al más mínimo detalle.

Es verdad que las máquinas y procesos empleados para la creación del molde, son los mejores posibles, aunque para conseguir un acabado perfecto, sigue siendo imprescindible una excepcional destreza humana: Nakashima alisa las superficies con precisión ‘infinitesimal’, detectando imperfecciones que, incluso la más avanzada tecnología robótica de fresado, es incapaz de notar; además de pulir a mano pequeñísimas superficies, en direcciones concretas, hasta conseguir las mejores cualidades reflectantes.

Las habilidades del ‘Takumi’ Nakashima son tan cruciales en el proceso que, de hecho, colaboró con el equipo de diseño del LS para garantizar los mejores resultados.

También la nueva berlina ES F Sport, hace gala de un exquisito acabado interior: el ‘Hadori’, una moderna interpretación de la ancestral —y venerada— técnica japonesa utilizada para pulir las hojas de las catanas.

Toshihidi Maseki, diseñador del habitáculo del ES, buscó a artesanos actualmente en activo en Japón, que mantengan vivas las tradiciones de forjado de catanas, que se remontan siete siglos atrás.

Se produjo un prototipo, a mano, que posteriormente podría ‘replicarse’ con una máquina. De todas formas, aunque se introdujeron datos precisos sobre los detalles del patrón ‘Hadori’, el resultado tampoco se parecía al prototipo: «Al estudiar el patrón con un microscopio —sostiene Maseki—, descubrí unas líneas creadas aleatoriamente, que no podían replicarse con una máquina. Pero esas líneas conferían al diseño global su potente impacto».

A partir de sus muchos años de experiencia, los artesanos habían añadido esas ‘líneas aleatorias’ de las catanas: «A pesar de que el refinamiento es una cualidad importante en la artesanía —concluye Maseki—, un producto queda incompleto sin la incorporación de elementos más humanos e instintivos, que no estén basados en meros cálculos».