El adiós… a Alexandre
Los hermanos Opel ‘comenzaron’ a pensar —seriamente— en separarse de Alexandre Darracq. Aunque en 1905 se renovase, por cinco años, la licencia de producción y representación, en el invierno de 1906 la propia Opel interrumpiría la colaboración… firmemente convencidos de que su propia tecnología había adquirido la suficiente madurez como para poder prescindir del socio galo.
Con la calidad por bandera, y los triunfos deportivos como telón de fondo, los hermanos Opel acrecentaban «la imagen de marca» (aunque el término no se conociese tanto entonces).
En el fondo, hubiesen traicionado su propio espíritu si no hubieran hecho, en los coches, lo que previamente habían realizado… en las bicicletas.