BMW. Icónicas… parrillas

Vínculo… entre pasado y presente. Desde la imprescindible refrigeración de los motores, al diseño y su integración en los faros dobles, los ‘riñones’ distinguen a la marca… y la hacen única en la industria automovilística.

Desde 1933, la mayoría de vehículos BMW han lucido una doble parrilla frontal en forma de riñón.

Un diseño que ha cambiado con el tiempo, adaptando su funcionalidad a la moderna tecnología; con todo, los ‘riñones’ continúan… siendo inconfundibles.

507 (1956): Lanzado en el mismo año que el 503, el Roadster 507 lucía un diseño mucho más avanzado: dos grandes tomas de aire horizontales. Albrecht Graf von Goertz, su creador, se permitiría esta licencia creativa en el dibujo de la doble parrilla, algo que los diseñadores de BMW solamente volverían a permitirse en un par de proyectos firmados en los años 90. El 507 necesitaba ‘esa’ generosa ventilación frontal — aire fresco para el radiador— debido a que su ‘enorme’ motor V8 se alojaba bajo un capó singularmente bajo.

303 (1933) : Un hito: primer modelo con motor de 6 cilindros, cuyo diseño general —el del coche— inició la característica parrilla doble, con forma de riñón que, 90 años después continúa siendo… insignia de marca.

503 (1956): Este cuatro plazas, daría paso a una doble parrilla de altura media y totalmente cromada. La realización de este ‘pequeño’ formato fue posible porque la rejilla del radiador ya no era el único componente para la refrigeración del motor, sino que el modelo disponía también de una doble ventilación lateral. Los modelos 3200 CS (1962) y 2000 CS (1965) siguieron la estela, adoptando parrillas similares.

M1 (1978): Aquel legendario deportivo integraba, debido a la recortada altura delantera, entradas de aire planas; incluso su parrilla fue una de las más pequeñas que haya usado nunca BMW: parrillas que parecían ‘incrustadas’ y separadas de las entradas de refrigeración secundarias por la propia carrocería, además de estar flanqueadas por faros plegables. El diseño de la parrilla doble que lucía el M1, se replicaría en el diseño frontal de modelos clásicos posteriores, como el Serie 3 (E30), el Z1 (1988) o el Serie 8 de 1989.

Serie 3 (E36 / 1990): Con la Serie 3, arranca la ‘era moderna’: parrilla rectangular doble, con esquinas redondeadas y diseño plano extendido horizontalmente, a la vez que ambas mitades del conjunto de ventilación volverían a aparecer alejadas. Sin embargo, tampoco estaban separadas de los faros por otras parrillas, simplemente se contaba con una superficie plana en el mismo color de la carrocería, diseño que influiría poderosamente en infinidad de modelos de los años 90. Tras el ‘intervalo eléctrico’ del i3 (2013), qu e mostraba un diseño plano y ancho, además de unas superficie cerrada y acentos en azul, que lo identificaba como vehículo de propulsión eléctrica, la segunda gran revolución vendría en 2018, con los modelos más deportivos (Serie 8 y Z4) que muestran dos anchos pentágonos horizontales y otros dos estrechos en color carrocería. Al igual que sucede con otros Coupé de la marca, su deportividad queda meridianamente reflejada en la apertura hacia abajo, aparentemente más cerca del asfalto; unas parrillas que, desde el punto de vista funcional, sirven como entradas de aire secundarias ‘Air Control’, que se abren cuando es necesario y se cierran para reducir la resistencia aerodinámica. Un año más tarde, los X7 y Serie 7 de 2019, también lucían una llamativa parrilla doble, mucho más ‘poderosa’; tamaño que aventura la punta de lanza de la marca. Como el Serie 4 Coupé de 2020, cuya parrilla doble ofrece una apariencia ‘independiente’ entre ambas mitades, muy vertical y con una ligera inclinación hacia el frente, siguiendo así la legendaria tradición de icónicas realizaciones como el 328 Coupé MM de la década de los años 30 y el ‘musculado’ 3.0 CS de los años 70.

iX (2021): Ahora, en plena época de la ‘dichosa electrificación’, la parrilla doble en forma de riñón del iX, toma la forma de un adicional diseño de la homóloga del pequeño i3: ruptura única —y sorprendente— de la habitual barra central; así, con el iX, la característica parrilla se convierte en un componente no sólo estético, también tecnológico multifuncional: detrás de la superficie cerrada de la parrilla, las cámaras, los sensores y demás elementos para la conducción asistida —y automatizada— trabajan… arduamente. Este nuevo buque insignia tecnológico de la ‘Bayerische’, que se produce en Dingolfing y se lanzará a finales de este año 2021, supone toda una innovadora interpretación estética: diseño ligero y aerodinámica optimizada. La construcción del chasis, en aluminio con estructura de carbono, minimiza el peso total de un vehícullo que puede presumir de un excepcional coeficiente de penetración aerodinámica: Cx de 0,25. Previsto en dos versiones (iX xDrive50 / iX xDrive40), con potencias de 500 y 300 CV, acelera de cero a cien en 5,0 y 6,0 segundos respectivamente; anuncia una autonomía de 600 kilómetros y sus dos motores eléctricos, uno en cada eje, ofrece tracción a las cuatro ruedas en ambas versiones. También su diseño interior cuenta con una arquitectura de nuevo cuño, «de dentro hacia fuera», que propicia una generosa habitabilidad combinada con materiales del alta calidad, una delgada instrumentación, asientos de nuevo desarrollo con reposacabezas integrados y un techo panorámico de cristal singularmente grande, diseñado en una sola pieza y con oscurecimiento electrónico. La ausencia del túnel central, facilita un mayor espacio para las piernas de los ocupantes, y más huecos para ‘estibar’ objetos, mientras que la belleza del diseño de la consola central ‘redondear’ un conjunto similar a un ‘mueble’ de gran calidad. Y la guinda… el iX es el primer BMW de producción en serie con volante hexagonal, herencia de las carreras, para facilitar la visión del conductor a la instrumentación, a la vez que se le han añadido nuevos botones multifunción y, opcionalmente, calefactado con tres niveles seleccionables.