Tres décadas… del compacto ‘superventas’
El Astra, uno de los pilares comerciales de Opel, mantiene —mucho más en su sexta entrega— la innovadora tradición del Kadett.
El Astra viene conservando ‘su’ mismo nombre, aquel con el que debutó mundialmente en 1991 (como su primo-hermano británico Vauxhall). Superando los 4 millones de unidades entre 1991 y 1997, aquel pionero Astra F (en clave de fábrica) es el modelo más vendido de la marca hasta la fecha, con curiosidades tan significativas como que sus diseñadores buscaron inspiración (Astra G) en la película «Parque Jurásico», aunque tampoco se clonase a partir del ‘ADN’… de un dinosaurio; más bien utilizando un programa asistido por ordenador (CAD) apellidado ‘Alias’, inicialmente previsto para superproducciones de animación realizadas en Hollywood; un programa que permitía trabajar en un entorno virtual tridimensional. Así, el Astra H de 2003 alcanzaría la condición de ‘éxito en taquilla’
Para evitar confusiones con el número «1», la cuarta generación se saltó la letra «I», pasando a denominarse Astra J (2009) y trasladando al segmento compacto innovaciones de la superior berlina Insignia: faros ‘AFL+’ con visión de esquina o la cámara frontal ‘Opel Eye’, que no sólo reconocía las señales de tráfico, también avisaba del cambio involuntario de carril.
También el sucesor Astra K (2016) continuaba la tradición de iluminación tecnológica: pionero entre los compactos en la adopción del sistema matricial adaptativo ‘IntelliLux Led», para no provocar deslumbramientos y apostando, incluso, por un renovado confort merced a los asientos delanteros ergonómicos, que ya disponían de funciones de ventilación y masaje similares a las de la sexta entrega que está a punto de desembarcar en el mercado.