Hyundai. Vitamina N…

Los ‘vitaminados’… enamoran. Para disfrutar al volante: diseño atrevido, altas prestaciones y conducción equilibrada en el día a día. Potencias entre 204 y 280 CV, y posibilidad de elegir —según modelos— entre cambio manual o automático secuencial con levas en el volante, que funcionan de forma diferente dependiendo del modo de conducción seleccionado por el conductor —convertido en eventual ‘piloto’—.

Eso, por no hablar de otros ‘aditamentos’ como el diferencial autoblocante mecánico o electrónico, ‘salpimentados’ con la función NPS (‘N Power Shift’), que proporciona una mayor sensación de empuje al subir de marcha.

Cimentado en el éxito del pionero lanzado en 2017, el nuevo i30 N ofrece una serie de significativas mejoras en su diseño y dinámica de conducción. Disponible con carrocería ‘Hatchback’ y ‘Fastback’, adopta materiales más ligeros, lo que se traduce en una mayor agilidad y un mejor manejo. También por primera vez adopta la caja de cambios N DCT, de 8 velocidades y doble embrague con levas en el volante, que incorpora tres nuevas funciones de alto rendimiento, ofreciendo así una experiencia de conducción aún más deportiva, mientras las llantas forjadas (19 pulgadas) y los ligeros asientos ‘Bucket N Light’ (únicamente en la carrocería ‘Hatchback’) reduce aún más la ‘romana’ del coche.

Respecto a su inmediato antecesor, se incluyen nuevos faros de LED, con luces diurnas en ‘V’, también pilotos zagueros LED combinados en forma de ‘V’, además de un elegante paragolpes enmarcado por unas aerodinámicas aletas traseras y ‘cortinas’ de aire para mejorar el flujo aerodinámico y reducir turbulencias. Su ‘paleta’ comporta 7 colores exteriores con, además, una amplia gama de opciones personalizadas con, entre otros elementos, deportivas inserciones metálicas en tonos oscuros, que acaban por subrayar la vinculación del i30 N con el ‘mundillo’ de las carreras.

En el capítulo mecánico, nuestro protagonista equipa un tetracilíndrico turboalimentado de 2.0 litros, asociado a un cambio manual de 6 velocidades (6MT) o una nueva caja automática secuencial de 8 relaciones y doble embrague (N DCT), con nuevas funciones de alto rendimiento deportivo: N Power Shift, N Grin Shift y N TrackSense Shift. La versión de acceso —cambio manual— rinde 250 CV (35,8 metros/kilo de par) y 280 CV (40,5 metros/kilo de par) la superior versión ‘Performance’. En el primer caso, el ‘sprint’ de cero a cien se cifra en 6,4 segundos y en 5,4 para la versión superior con, en ambos casos, una punta de 250 por hora.

La guinda… generador de sonido electrónico (ESG) que, ubicado en la carrocería, contribuye a crear un sonido —‘musicalidad’— extremadamente deportivo a partir del ‘ruido’ del escape y la admisión. En el habitáculo, un generador de sonido del motor proporciona una mayor ‘emoción acústica’. Este sistema ESG utiliza el parabrisas para transferir el sonido al interior del habitáculo, mientras el control variable del silenciador también contribuye a generar ‘musicalidad racing’.

En los dos extremos de la gama N, compacto y SUV, el ‘peque’ i20 N (1.190 kilos) está animado por el tetracilíndrico turboalimentado 1.6 GDI, con cambio manual de 6 velocidades, de 204 CV (28,0 metros/kilo de par), que marca 6,2 segundos en aceleración de cero a cien y una punta de 230 por hora, aderezado todo ello con un diferencial autoblocante mecánico de deslizamiento limitado para gestionar la potencia a las ruedas delanteras.

Por su parte, el SUV Kona N (1.510 Kg.), monta el tetracilíndrico turboalimentado 2.0 T-GDI de 280 CV (39,8 metros/kilo de par) que, unido al cambio DCT de 8 marchas, posibilita acelerar de cero a cien en 6,4 segundos y alcanzar una punta de 240 por hora.

En una —más que discutible— época de ‘correcciones automovilísticas’, resulta gratificante —mucho—, que fabricantes como Hyundai… continúen manteniendo la magia. ¡Enhorabuena!