Mercedes. 125 años… de ‘marchandises’
Primer vehículo de reparto motorizado con motor de combustión
JAVIER F. ZARDÓN
Múltiples… aplicaciones. Las furgonetas de Mercedes-Benz llevan atesoran justa fama por sus múltiples aplicaciones en el transporte, la distribución de mercancías, incluso los viajes y el ocio: compactas, maniobrables y versátiles; una historia que arrancó hace ahora 125 años, con el estreno del «vehículo de reparto Benz»… la primera furgoneta del mundo con motor de combustión interna.
El de 1896 fue un año cuajado de acontecimientos para la ‘RheinischeGasmotorenfabrik Benz & Cie.’ De Mannheim: su catálogo, hasta entonces caracterizado por los turismos descapotables, se ampliaba para incluir no sólo la furgoneta de reparto, también el primer coupé con motor de combustión interna.
Aquel vehículo a motor específicamente diseñado para el transporte de mercancías, suscitaría rápidamente el interés de los comerciantes; el primer ejemplar documentado se entregó a los almacenes parisinos «Du Bon Marché». Que el primer cliente de la furgoneta fuese francés, encajaba con una nueva filosofía del automóvil: aunque los inventores fuesen alemanes (Carl Benz y Gottlieb Daimler en 1886), sería en Francia y Gran Bretaña donde ‘el invento’ tuviese mayor receptividad.
Aquella primera furgoneta, con zona de carga plana y concepto ‘sándwich’, tenía una carga útil de 300 kilos y montaba un chasis que Benz utilizaba en los modelos «Victoria» y «Vis-á-Vis», con el motor situado debajo del área de carga, para una óptima utilización de la longitud total del vehículo; con el conductor sentado sobre el eje delantero (llantas de radios de madera y neumáticos de goma maciza), propulsada —la ‘furgo’— por un motor monocilíndrico, en posición horizontal, de 2.9 litros y 5 CV, unido a una transmisión de 3 marchas, con poleas escalonadas, engranaje planetario y contraeje; además de dos cadenas que ‘conducían’ a los piñones de las ruedas traseras, mientras el embrague enganchaba y desenganchaba las correas. Resultado: 15 por hora de máxima y capacidad para superar pendientes del 10%... a 4.500 marcos —de la época—, un tercio de los cuales que pagar —en metálico— al formalizar el pedido.
Paralelamente al vehículo comercial ligero, Benz proponía nuevo estilo Coupé —carrocería corta y cerrada—, el mismo motor de 5 CV que, en la versión «Vis-à-Vis» de 4 plazas, montaba dos bancos enfrentados para los ocupantes y parabrisas curvado… sin ‘limpias’ (el limpiaparabrisas no se inventaría hasta principios del XX), lo que complicaba sobremanera su conducción bajo la lluvia. Un freno de zapata delantero y otro de banda para las ruedas trasera… redondeaba el conjunto.