Mercedes EQXX. Herencia… C111

JAVIER F. ZARDÓN

Aerodinámica… aligerada. Culto al prototipo C111, que causara sensación a finales de los sesenta (1969), el EQXX se convierte (se convertirá en 2025) en una de las más espectaculares propuestas de Mercedes para la ‘era eléctrica’: neumáticos de baja resistencia a la rodadura, firmados por Bridgestone y calzados en llantas de magnesio (20 pulgadas), además de ‘ese’ sorprendente 0,17 Cx (coeficiente de resistencia aerodinámica) y ‘esos’ 1.000 kilómetros de autonomía.

Con estos mimbres, Mercedes-Benz pretende demostrar —y a fe que lo conseguirá… vistos los antecedentes— que el biplaza EQXX se convertirá en todo un hito… como tantas veces en la trayectoria de la ‘Estrella Plateada’.

Se trata, lo que no es poco, de seguir ‘las rodadas’ de aquel sorprendente (por revolucionario) prototipo C111 fechado en 1969: motor central y solamente 1,12 metros de altura, ‘nacido’ de la fibra de vidrio (tan avanzada entonces como hoy la fibra de carbono), con faros escamoteables y depósitos de combustible laterales, además de las puertas en ‘ala de gaviota’ (guiño, también entonces, al celebérrimo 300 SL); incluso se desarrollaría ‘aquel’ no menos sorprendente motor rotativo Wankel (tres rotores e inyección directa) que, posteriormente evolucionado con un cuarto rotor, alcanzó 350 CV y 300 por hora de punta.

Muy similar —en su perfil— al CLA, el EQXX asienta sus reales sobre un chasis de acero de alta resistencia rematado, en su estructura zaguera, por aluminio fundido; las puertas llevan una combinación de plástico reforzado con fibra de vidrio y carbono con, también, diversos refuerzos de aluminio. Según fuentes especializadas, este prototipo EQXX ‘podría’ servir de base para un futuro EQA, con carrocería sedán.

Volviendo al coeficiente Cx, los ingenieros de Mercedes se muestran particularmente orgullosos de ‘ese’ 0,17; todo un récord: 3 centésimas menos que el actual 0,20 del EQS de producción en serie (a 117.125 euros ‘la pieza’).

Conviene recordar —saber— que cada centésima rebajada incrementa en un 2,5% la autonomía del coche.

A la postre, como sostienen los responsables del proyecto EQXX, el prototipo es el resultado de una misión que tiene como finalidad «romper barreras tecnológicas», para llevar la eficacia energética a nuevas metas.